Turbulencias para una nueva estrategia tributaria

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Germu00e1n Pinto


El nuevo gobierno ya tiene una semana en el poder y ha sido tiempo suficiente para conocer algunas importantes definiciones, tal como fue posible escuchar del mismo ministro de Hacienda el anuncio de que en este primer semestre se presentaría una nueva reforma tributaria que ayude a evitar la inestabilidad económica que hemos vivido con en estos seis años en los cuales hemos tenido tres modificaciones legales consecutivas.

Además, ha señalado, con una visión más realista, que aumentar la actual recaudación fiscal en lo que equivale a 5 puntos del PIB en cuatros años, es algo difícil y que apuesta a solo lograr 4 puntos. Esto implica que aproximadamente el 26% del PIB (todo lo que se produce en nuestro país en un año) será destinado a las arcas fiscales. Esos porcentajes representan el potencial nivel de ingresos con que el Estado podrá contar para gastar en su gasto fiscal y, lo más importante, en las respuestas a las demandas sociales y promesas de campaña.

Es importante entender que señalar que habrá una recaudación equivalente al 26% del PIB implica recaudar aproximadamente 68 mil millones de dólares, que solo se alcanzan si el país logra generar los 260 mil millones de dólares que es lo que corresponde al PIB. Pero para lograr tal cantidad de recursos, es necesario que exista actividad económica, que existan proyectos de inversión y que existan inversores que crean en el futuro del país, lo cual se ve afectado por las expectativas que ellos tienen.

Así lo señalaron los altos ejecutivos del Banco de Chile, quienes manifestaron en la recién pasada junta de accionistas que el no tener “señales claras” genera un golpe a la inversión y es dable proyectar una declinación en las proyecciones del PIB y, por ende, no sería posible lograr tal nivel de recaudación esperada, lo que hace evidentemente cuestionable contar con los recursos para lograr las ansiadas respuestas a las demandas sociales.

Todo lo anterior hace mirar a lo que está sucediendo en la Convención Constituyente y la expectación que todo el país tiene por el texto de la nueva constitución que contendrá los fundamentos del “acuerdo social” que regirá a todas las actividades e interacciones que ocurran en nuestro país. Por tal motivo, resulta complicada la propuesta del señor ministro de Hacienda de ingresar al Congreso en este primer semestre un proyecto de reforma tributaria.

Esta aprehensión que manifiesto es compartida por expertos de distintas áreas del conocimiento como el destacado historiador Alejandro San Francisco quien lúcidamente ha señalado que la nueva constitución definirá cómo operarán las empresas, si habrá expropiación de ellas y el nivel de dádivas estatales en favor de la población.

La nueva constitución establecerá una serie de concesiones sociales que pueden requerir un nivel de recursos que, tal vez, superen los 68 mil millones de dólares que se esperan recaudar y, por lo tanto, resultaría estéril diseñar una reforma tributaria que tenga tal objetivo recaudatorio.

Sin embargo, el ministro de Hacienda es optimista y ha señalado que abrirá durante el mes de abril un diálogo social con expertos, empresas y trabajadores. Esto me causa mucha extrañeza pues los expertos por antonomasia en temas tributarios somos los contadores y en abril es el mes donde más carga de trabajo tenemos. Sin duda que, por el país, nuestro Colegio de Contadores podrá hacer un esfuerzo y ofrecer sus buenas artes, pero no creo que la cabeza humana permita una lucidez óptima para aportar al diseño de tan ansiada y esperada estructura tributaria que nos reporte un sistema tributario y una estructura de cómo pagar los impuestos que se mantenga en el tiempo, generando la certeza que todos los agentes económicos están esperando.

Sugiero al señor ministro que considere presentar un proyecto pequeño y de corto plazo en este primer semestre y esperar los lineamientos que deriven de la futura constitución para diseñar un sistema tributario acorde con el Chile que surja de ese ejercicio constituyente.


Prof. Germán R.Pinto Perry

Universidad de Santiago de Chile

europapress