​Gobiernos Locales, la oportunidad en el proceso Constituyente

|

Pedro Burgos


El proceso constituyente iniciado por millones que marcharon por las avenidas y ocuparon las plazas realizando cabildos a lo largo y ancho de nuestro país, está completamente instalado y goza de abundante legitimidad. Y la Convención Constitucional si bien ha tenido una instalación no exenta de vaivenes, es sin duda parte del ajuste que está sufriendo nuestra sociedad.

Es muy importante que la sociedad y sus organizaciones sean protagonistas integrales en este proceso, ello supone también participar del debate sobre los contenidos de la nueva constitución.

En esta línea, es necesario que desde los territorios locales se instale con fuerza la necesidad de una participación amplia, ordenada de varios aspectos a abordar en la nueva carta magna, especialmente lo relacionado con territorios; municipios y su marco jurídico, la Ley Orgánica Constitucional de Municipalidades.

Hoy los municipios abordan la contradicción de ser administradores o gobiernos locales, lo primero nos lleva al “municipio” post dictadura que se remitía a replicar políticas nacionales y que no incorporaban realidades locales, sin mayor participación ciudadana temprana y vinculante. Sin embargo, aun cuando la ley los establece como autónomos, en la realidad carecen de la autonomía para abordar las necesidades de la ciudadanía. Por otro lado, está la idea de los gobiernos locales, que se proyectan como el escenario posible y como la etapa superior del municipio actual; aquella que permita dejar algunas estructuras llevadas adelante por años, pero aún vigentes para dar paso a la independencia para decidir en sus respectivos territorios sin pedir permiso o venias centralizadas.

Los municipios en Chile son entidades que demuestran claramente la desigualdad, según el estudio del Observatorio del Gasto Fiscal en Chile (2019), la diferencia de per cápita (plata por persona) entre el municipio con más recursos y el con menos puede llegar hasta 7,9 veces, estos temas deben ser abordados en el proceso de discusión constituyente. Aquello implica cambiar la lógica de financiamiento de los municipios con medidas que resuelvan la inequidad de los territorios, aumentar el aporte estatal, generar leyes financiadas para las municipalidades y fortalecer la autonomía sobre su escaso poder regulador mediante ordenanzas y generación de mecanismos propios de tributación según sectores económicos presentes, entre otras opciones que pudieran surgir.

La participación ciudadana vinculante es un imperativo democrático que garantice un rol activo de las y los vecinos en las diferentes decisiones de alta relevancia que toman las autoridades locales, como lo son las herramientas de gestión municipal (Presupuesto, Pladeco, Plan de Seguridad, entre otros) cuyas etapas de diseño, planificación y elaboración deben ser a partir de reales espacios participativos, tempranos, vinculantes y deliberativos de las y los pobladores, incorporando las consultas y plebiscitos comunales sin olvidar la modernización para generar servicios comunitarios más ágiles y transparentes.

El proceso constituyente es una oportunidad única que desde las comunas debemos apoyar fuertemente junto a la facilitación de nuestros constituyentes en trabajo de terreno y buscar cambios que nos garanticen vivir dignamente, los gobiernos locales son un horizonte perfectamente posible y de profunda necesidad para nuestra sociedad.


Pedro Burgos Vásquez

Alcalde de Panguipulli

europapress