Cifran en más de 100 los proyectos inmobiliarios parados

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Más de 110 proyectos inmobiliarios paralizados de gran envergadura, U$D10.000 MM de inversión retenida, 17 mil puestos de trabajo directos no creados y 55 mil de manera indirecta. Esas son las cifras en las que se basa Rafael Araya, Gerente General de la consultora Colliers International Chile, para aunar fuerzas por una pronta reactivación de la inversión inmobiliaria, uno de los principales motores de la economía.

“La manera más efectiva de destrabar todos los sectores de la economía, y especialmente el de la construcción e inmobiliario, es dando certeza jurídica y respetando los plazos en las aprobaciones de los proyectos, flexibilizar los planos reguladores comunales, liberar suelo para proyectos en zonas periféricas y crear incentivos que mejoren las condiciones en los créditos hipotecarios”, explica el ejecutivo de Colliers International.

Rafael Araya señala que hoy los plazos teóricos de la autoridad para aprobar un permiso de construcción y su respectiva recepción debieran estar en los 135 días entre ante proyecto, permisos de edificación y recepción municipal. “Sin embargo, vemos que, en la realidad, para proyectos sobre las 300 unidades, esos plazos pueden estar entre los 690 y 1.200 días. Si hacemos los esfuerzos sólo en acelerar y destrabar la otorgación de los permisos, podríamos reducir en un 30% la tasa de la cesantía en el rubro de la construcción, triplicando la contratación del año 2019”, enfatiza.

La disponibilidad real de crédito hipotecario, y la capacidad de los compradores para pagar el pie, son fundamentales para generar las ventas, destaca Araya. “Hoy existe financiamiento hipotecario a tasas bastante bajas y el pronóstico es que seguirán así. Sin embargo, la demanda por créditos hipotecarios ha caído drásticamente, lo que indicará una contracción proporcional de la venta. El pie es un esfuerzo muy importante para el comprador y es una decisión compleja destinar los ahorros al pago de pie en época de incertidumbre y falta de estabilidad laboral. Para dar salida a la actividad inmobiliaria de viviendas, debiera generarse un aseguramiento de la tasa del crédito y buscar una solución para el pie. Eventualmente, generar créditos hipotecarios con dos años de gracia en las amortizaciones”, propone el ejecutivo.

Otro punto relevante a considerar de acuerdo a la visión del experto inmobiliario, es el potenciamiento del espacio urbano peatonal y densificación en torno a la infraestructura pública. “Las más diversas actividades se están desarrollando sin desplazamiento de las personas. Se está potenciando el teletrabajo, el e-commerce y se está enseñando a distancia. Es impensable que esto vuelva al estado de sólo unos meses atrás. Una estimación de la disminución del transporte urbano será probablemente sobre el 30%. Eso liberará espacio urbano. De pronto tenemos los espacios y las vías para segregar el espacio peatonal de las vías para bicicletas y otros medios de transporte a menos de 20 km/h. Habrá posibilidades de generar espacios urbanos más amigables con el peatón y el ciudadano de a pie”.

Frente a esto, Araya propone un aumento razonable de la densidad permitida en las edificaciones, acompañado de mayor altura, lo que incidirá en más y mayores espacios urbanos, mejorando los espacios públicos y cantidad de áreas verdes, siendo además una excelente herramienta para el ajuste de precios de las viviendas.

Además, el ejecutivo llama a una mayor concordancia entre inversión pública y planos reguladores. “Si se invierten miles de millones en la creación de nuevas estaciones de Metro, se debe contar con planos reguladores comunales más permisivos en esas zonas, especialmente en términos de altura y densidad. La gente quiere vivir cerca del Metro”, concluye Rafael Araya.

europapress