La política comercial y monetaria de EE.UU. mantuvo en vilo este martes a un Wall Street que comenzó optimista, siguiendo la reunión de la Reserva Federal, y terminó con los ánimos divididos por las declaraciones del presidente Donald Trump.
El Comité Federal del Mercado Abierto de la Reserva Federal se reúne durante dos días y los inversores esperan que a su término anuncie una nueva subida de los tipos de interés, lo que en la jornada disparó el rendimiento de los bonos públicos.
El bono del Tesoro a 10 años, de referencia en el mercado, tocó niveles no vistos desde mayo durante la jornada y se situó en el 3,098 %, lo que benefició al sector financiero, aunque esos ánimos quedaron empañados por los desarrollos en política comercial.
Y es que hoy en Nueva York, en el marco de la Asamblea General de Naciones Unidas, el mandatario estadounidense urgió a cambiar el "sistema de comercio global" y dijo que no toleraría "abusos" en esa materia, defendiendo las medidas tomadas contra Pekín.
A Wall Street le preocupa desde hace meses el devenir de la guerra comercial entre Estados Unidos y China, las dos mayores economías del mundo, que este lunes se impusieron nuevas rondas de aranceles, y también la relación con otros socios del país.
Así, tampoco ayudó que el Representante de Comercio Exterior de EE.UU., Robert Lighthizer, en un foro paralelo, dijera que a Canadá "se le agota el tiempo" para llegar a un acuerdo comercial como el alcanzado con México para la reforma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
A partir de esas intervenciones, a mitad de sesión, el parqué neoyorquino estuvo de capa caída y finalmente cerraron en rojo tanto el Dow Jones de Industriales (-0,26 %) como el S&P 500 (-0,13 %), mientras que el Nasdaq quedó en verde (0,18 %), impulsado por el gigante Amazon (NASDAQ:AMZN) (2,08 %).
De nuevo, el sector energético fue uno de los que más avanzaron, un 0,57 %, paralelo a la subida de los precios internacionales del petróleo, aunque en el caso del barril de Texas moderó esa subida una nueva llamada de atención de EE.UU. a los países de la OPEP.
Ante la negativa de incrementar sus objetivos de producción para suplir la demanda global, Trump acusó a la OPEP de "robar al resto del mundo" al presionar al alza los precios de cara a las sanciones que la Casa Blanca impondrá a Teherán en noviembre y que podrían ir seguidas de otras medidas, según anunció en la ONU.