MADRID, 15 Dic. (EUROPA PRESS) - El ministro del Interior de Australia, Anthony Burke, ha declarado este lunes que el atacante de 24 años que asaltó junto a su padre, fallecido, la playa de Bondi, en Sídney, dejando al menos 15 muertos, apareció en el radar de los servicios de seguridad en 2019, pero ha señalado que en ese momento "no había indicios de ninguna amenaza".
"El hijo llamó la atención por primera vez en octubre de 2019. Fue examinado sobre la base de su asociación con otros y se evaluó que no había indicios de ninguna amenaza en curso o amenaza de que participara en actos de violencia", ha afirmado al ser preguntado sobre su investigación por parte de la Organización Australiana para la Inteligencia y la Seguridad (ASIO, por sus siglas en inglés), en una rueda de prensa en la que ha evitado calificar este dato como un fallo.
Burke ha informado asimismo que el joven, que se encuentra hospitalizado y bajo custodia policial, tiene nacionalidad australiana, mientras que el padre --un hombre de 50 años ahora fallecido que tenía licencia de armas-- llegó al país en 1998 con un visado de estudiante.
"El padre llegó en 1998 con un visado de estudiante, en 2001 obtuvo un visado de pareja y, desde entonces, después de cada viaje al extranjero, ha tenido visados de residente de retorno, lo que ha ocurrido en tres ocasiones", ha declarado, si bien ha evitado pronunciarse sobre su origen al ser preguntado sobre si el hombre procedía de Pakistán.
Las autoridades australianas no han revelado las identidades de los asaltantes, si bien medios locales como ABC News han señalado que se trata de Sajid (50) y Naveed Akram (24).
La playa, destacan los testigos, era en parte escenario de una celebración de la festividad judía de la Janucá, que ha dado comienzo este domingo. Unas 2.000 personas, de acuerdo con los asistentes, se habían congregado para este evento. Hasta el momento, se han registrado 15 muertos y 42 heridos, incluidos 27 que permanecen hospitalizados.