​Un informe apunta que un confinamiento temprano en Reino Unido podría haber evitado 23.000 muertes por COVID

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Un informe



MADRID 20 Nov. (EUROPA PRESS) -

Un informe publicado este jueves ha apuntado que si las autoridades británicas hubieran decretado un confinamiento inmediato en marzo de 2020 podrían haberse evitado 23.000 muertes, mientras que ha determinado que los cuatro gobiernos que estuvieron al frente de Reino Unido durante la pandemia no supieron apreciar la magnitud de la "amenaza" de la COVID-19 "hasta que fue demasiado tarde".


El Gobierno del entonces primer ministro Boris Johnson decretó el confinamiento el 23 de marzo de 2020, diez días después de que los científicos del Gobierno advirtieran de que la COVID-19 se propagaba más rápido de lo previsto. El Ejecutivo anunció medidas voluntarias el 16 de marzo, como el distanciamiento social o el aislamiento en caso de presentar síntomas.


La presidenta de la comisión de investigación de la COVID-19, Heather Hallett, ha detallado que si estas medidas voluntarias se hubieran anunciado antes, cuando el número de casos era menor, el confinamiento obligatorio podría haber sido más corto o incluso haberse evitado.


El informe, de aproximadamente 800 páginas, alude además a que si el confinamiento hubiese sido decretado una semana antes, el número de muertes en la primera ola se habría reducido en un 48 por ciento, lo que supone unas 23.000 muertes, según ha recogido la cadena BBC.


Por otro lado, Hallett resalta que los cuatro gobiernos británicos no analizaron con la suficiente seriedad el impacto de un confinamiento en personas vulnerables y desfavorecidas, así como en la salud mental de los niños por el cierre de las escuelas. Estos mismos errores se repitieron más adelante en 2020, cuando las autoridades británicas deberían haber estado preparadas para responder ante una nueva ola de contagios.


En su escrito ha indicado que si bien el Gobierno del entonces primer ministro Boris Johnson se enfrentó a decisiones difíciles bajo una presión extrema, la respuesta podría resumirse como "insuficiente y tardía".


El informe añade además que una "cultura tóxica y caótica" en el Gobierno británico afectó a la toma de decisiones. No obstante, Hallet ha señalado que Reino Unido fue el primer país en iniciar las vacunaciones en diciembre de 2020.


El primer informe, publicado el pasado mes de julio, pidió una reforma del sistema de planificación, recomendó la creación de un organismo independiente para asesorar sobre emergencias civiles y evaluar el estado de preparación del país, mientras que también propuso realizar simulacros de respuesta a pandemias cada tres años.


La comisión se plantea como una herramienta para mejorar la respuesta en futuras situaciones --no está llamada a señalar culpables ni depurar responsabilidades--, pero en todas las intervenciones sobrevuela la propia gestión de Johnson, que en los primeros compases de la pandemia infravaloró la importancia del virus y llegó a estar ingresado en cuidados intensivos tras contagiarse.

europapress