Reclama el fin de los "ataques deliberados" contra menores y denuncia casos de asesinatos, mutilaciones, violaciones y secuestros
MADRID, 20 Nov. (EUROPA PRESS) -
Naciones Unidas ha alertado este jueves de que los niños sudaneses "están atrapados en uno de los contextos más peligrosos del mundo" y ha reclamado al Ejército y a las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) que pongan fin a los ataques contra civiles en el marco de una "guerra brutal" desatada en abril de 2023 y que ha sumido al país africano en una grave crisis humanitaria.
La representante especial de la Secretaría General de la ONU para Niños y Conflicto Armado, Vanessa Frazier, ha afirmado que los niños sudaneses "necesitan seguridad, protección, comida y atención médica ya, no más tarde", al tiempo que ha reclamado a ambas partes que "respeten sus obligaciones bajo el Derecho Humanitario y permitan un acceso humanitario seguro, rápido y sin restricciones a aquellos que la necesitan, incluidos 15 millones de niños que requieren asistencia humanitaria".
La oficina de Frazier ha destacado que más de dos años y medio de guerra en Sudán han provocado una de las crisis humanitarias "más devastadoras" del mundo y ha denunciado los abusos sistemáticos de los derechos de la infancia, poniendo como ejemplo la "brutal toma" por parte de las RSF de la ciudad de El Fasher, capital de la región de Darfur Norte, tras cerca de un año y medio de asedio por parte de las paramilitares, que han cometido atrocidades como ejecuciones, violaciones y torturas en la localidad.
Así, ha pedido a todas las partes en conflicto que "detengan los ataques deliberados contra niños, también a través de violencia sexual, secuestros, detenciones, ataques contra escuelas, hospitales y desplazamiento forzoso y masivo". Los asesinatos y mutilaciones de niños abarcan la mayor parte de las violaciones verificadas durante los últimos meses, mientras que por detrás figuran las violaciones, la violencia sexual y los secuestros.
Frazier ha reseñado además que millones de niños en Sudán están en riesgo de hambruna e inseguridad alimentaria grave, además de no contar con acceso a la educación. La hambruna ha sido confirmada en El Fasher y Kadugli, mientras que otras 20 localidades se encuentran en riesgo de hambruna, mientras que los niños se exponen a graves riesgos al huir de la violencia a través de rutas inseguridad, incluidos casos de reclutamiento forzoso, acoso, violencia sexual y secuestro.
"Es urgente actuar para poner fin y evitar graves violaciones contra los niños. Todas las partes en conflicto deben interactuar con la ONU para adoptar medidas decisivas y para salvar vidas que protejan a los niños, también a través del desarrollo de planes de acción", ha dicho, al tiempo que ha reseñado que "los niños de Sudán merecen la oportunidad de crecer, aprender y florecer en paz". "Sin una acción inmediata, las vidas y futuros de una generación están en grave riesgo", ha zanjado.
Por su parte, la organización no gubernamental Consejo Noruego para los Refugiados (NRC) ha sostenido durante la jornada que más de 100.000 personas han huido desde El Fasher desde el 26 de octubre, fecha de la toma de la ciudad por parte de las RSF. La mayoría han llevado a Tawila, mientras que hay decenas de miles de personas cuyo paradero se desconoce.
La ONG ha apuntado que las condiciones en Tawila se están deteriorando rápidamente, sin que las capacidades de agua, productos de higiene y refugio puedan hacer frente al ritmo de llegadas de desplazados, lo que eleva los riesgos de propagación de enfermedades.
EL NRC PIDE "UN AUMENTO SIGNIFICATIVO DE LA FINANCIACIÓN"
El jefe de operaciones del NRC en Sudán, Noah Taylor, ha relatado tras su visita a Tawila que sus campamentos de desplazados acogían en mayo a 200.000 personas, mientras que ahora "ha explotado para convertirse en un mega-asentamiento de miles y miles de desplazados más". "Las familias llegan cada día no solo exhaustas y hambrientas, también buscan a familiares de los que fueron separadas durante el caos", ha agregado.
"Hablé con un hombre que caminó durante 18 días desde El Fasher con una muleta tras resultar herido. Historias como estas son frecuentes", ha dicho Taylor, que ha agregado que "18 meses de cerco, combates brutales, ataques deliberados contra civiles y colapso de los servicios básicos en El Fasher empujaron a la población hasta esta situación".
"Ya estamos presenciando cómo aumentan los riesgos sobre enfermedades", ha manifestado. "A menos que haya un gran aumento de la llegada de ayuda, las condiciones se deteriorarán muy rápidamente", ha alertado, al tiempo que ha subrayado que "sin un acceso seguro y un aumento significativo de la financiación, los campamentos (de Tawila) no soportarán lo que está por llegar".
La guerra civil de Sudán estalló a causa de las fuertes discrepancias en torno al proceso de integración del grupo paramilitar en el seno de las Fuerzas Armadas, situación que provocó el descarrilamiento de la transición abierta tras el derrocamiento en 2019 del régimen de Omar Hasán al Bashir, ya dañado tras la asonada que derribó en 2021 al entonces primer ministro, Abdalá Hamdok.
El conflicto, marcado por la intervención de varios países en apoyo a las partes en guerra, ha sumido al país en una de las mayores crisis humanitarias a nivel mundial, con millones de desplazados y refugiados y ante la alarma internacional por la propagación de enfermedades y los daños sufridos por infraestructuras críticas, que impiden atender a cientos de miles de damnificados.