Un informe del banco de desarrollo de América Latina y el Caribe CAF y el TIDE Centre de la Universidad de Oxford propone poner a la biodiversidad en el centro del desarrollo y demostrar que mediante ciencia e innovación puede incentivar transformaciones estructurales en la economía de América Latina y el Caribe. "La receta del crecimiento económico puede estar en la propia naturaleza", ha asegurado CAF.
El estudio, presentado en el marco de la COP30 que se celebra en Brasil, afirma que "la biodiversidad no debe ser vista únicamente como un pasivo natural que conservar, sino como un activo, el recurso más crítico del que dispone América Latina y el Caribe".
"Con este trabajo de CAF y el centro TIDE de la Universidad de Oxford queremos cultivar una nueva mirada para convertir a la biodiversidad en un factor de desarrollo y crecimiento económico", ha asegurado la gerente de Acción Climática y Biodiversidad Positiva de CAF, Alicia Montalvo.
Por su parte, Amir Lebdioui, profesor del TIDE Centre de la Universidad de Oxford, ha afirmado que "el mundo en desarrollo alberga la mayor parte de la biodiversidad del planeta, que es una vasta biblioteca de inteligencia biológica construida durante 3.400 millones de años de evolución".
Sin embargo, ha lamentado que este "extraordinario patrimonio" sigue siendo en gran parte inexplotado para el desarrollo local y la innovación sostenible". "Los retos de la región en términos de innovación requieren de capital paciente, gestión de riesgos y una mirada de largo plazo, y los bancos de desarrollo tienen un papel importante que jugar en este sentido", ha añadido.
El documento describe cómo todavía existen "trampas extractivistas" que pueden mantener a la región atrapada en modelos que priorizan la explotación de recursos naturales para obtener rentas de corto plazo, generando así "degradación ambiental, pérdida de capacidades productivas y dependencia de ciclos de precios volátiles".
Asimismo, el estudio informa de que América Latina registra algunos de los niveles más bajos de inversión en I+D del mundo, con un promedio regional inferior al 0,6% del PIB y con más de la mitad del esfuerzo financiado únicamente por el sector público, lo que "limita la creación de capacidades tecnológicas y profundiza la trampa de ingreso medio", como han afirmado desde CAF. En este contexto, el documento subraya que la innovación bioinspirada ofrece la mayor oportunidad para transformar la biodiversidad en desarrollo.
"En lugar de extraer recursos, este enfoque se basa en aprender de las soluciones de la naturaleza para crear tecnologías y productos más eficientes", ha explicado CAF en un comunicado.
De manera complementaria a la publicación, CAF apoya el Nature's Intelligence Studio del TIDE Centre de la Universidad de Oxford, lanzado también durante la COP30, una iniciativa que, según explican, está destinada a "acelerar la identificación y desarrollo de soluciones bioinspiradas capaces de responder a los desafíos productivos y ambientales de la región".
El documento invita a los países de la región a adoptar una agenda de inversiones "paciente y transformadora", con un papel protagonista de los bancos de desarrollo para ofrecer el financiamiento necesario, cerrar brechas de I+D, fortalecer la infraestructura científica y promover ecosistemas de innovación capaces de convertir la biodiversidad en capacidades tecnológicas, empleo de calidad y prosperidad sostenible.