MADRID, 3 Nov. (EUROPA PRESS) - La presidenta de Tanzania, Samia Suluhu Hassan, ha tomado este lunes posesión para un segundo mandato después de jurar el cargo en una base militar de la capital, Dodoma, en medio de las tensiones por la represión de las protestas desatadas tras la votación, en la que se hizo con más del 97,6 por ciento de los votos ante la ausencia de rivales de peso por la eliminación de las candidaturas de los principales opositores.
Suluhu, de 65 años, ha jurado el cargo con un breve discurso de unos dos minutos que ha sido retransmitido en directo por la cadena de televisión estatal TBC, si bien las autoridades no han permitido el acceso a la población y solo han estado presentes diversos altos cargos de su partido, Chama Cha Mapinduzi, (CCM).
La ceremonia ha tenido lugar en medio de un importante despliegue de las fuerzas de seguridad en Dodoma y en la capital comercial, Dar es Salam, y en medio de la aumento de las tensiones por la violenta represión de las manifestaciones, que ha llevado a Estados Unidos a recomendar a sus ciudadanos que "reconsideren" cualquier viaje al país africano.
El Departamento de Estado estadounidense ha argumentado que su decisión deriva del aumento de la inseguridad a causa de las movilizaciones, que habrían dejado al menos un centenar de muertos por la acción de las fuerzas de seguridad, lo que se suma al "crimen", el "terrorismo" y "los ataques contra gays y lesbianas" en el país africano.
"Las manifestaciones pueden ser impredecibles. El Gobierno tanzano incrementa la presencia de seguridad en torno a las protestas, lo que incluye puestos de control y bloqueos de carreteras", ha dicho, antes de recordar que "el Gobierno tanzano limita o no autoriza las grandes concentraciones", por lo que recomienda a los que decidan viajar aún así al país que extremen las precauciones.
Sin embargo, Suluhu condenó el domingo las "crudas y antipatrióticas" protestas contra su victoria sin abordar las acusaciones formuladas por ONG como Amnistía Internacional, que elevan a más de un centenar los fallecidos por la represión. "En lo que se refiere a la protección del país, no queda más alternativa que emplear todas las tácticas de seguridad disponibles para garantizar su seguridad", dijo.
Por su parte, el principal partido de la oposición, el Partido de la Democracia y el Desarrollo (Chadema) --que eleva a más de 700 los muertos por la represión de las fuerzas de seguridad-- se ha negado a reconocer a Suluhu como presidenta y ha denunciado la comisión de "asesinatos en masa bajo el régimen represor de Samia Suluhu Hassan y su partido", según un comunicado en su cuenta en la red social X.
"Recomendamos y pedimos a la comunidad internacional, especialmente a Naciones Unidas y al Tribunal Penal Internacional (TPI), la apertura urgente de una investigación inmediata en torno a los asesinatos comteidos por el Gobierno de Tanzania contra sus ciudadanos y que adopten acciones apropiadas", ha dicho, antes de solicitar a las autoridades la restauración de la conexión de Internet a nivel nacional.
La presidenta, que asumió el cargo en 2021 tras el repentino fallecimiento del entonces presidente, John Magufuli, figuraba como favorita para obtener un nuevo mandato después de la detención del principal opositor, Tundu Lissu, por supuesta "traición", y la eliminación de la candidatura de Luhana Mpina, candidato de la Alianza para el Cambio y la Transparencia (ACT-Wazalendo).
Suluhu, que logra ahora un primer mandato a través de las urnas, protagonizó un tímido aperturismo durante su primera etapa al frente del país, si bien numerosas ONG han denunciado un aumento de la represión a partir de 2023, recrudecida antes de las elecciones, con denuncias sobre detenciones, desapariciones y asesinatos de opositores y personas críticas con las autoridades.