MADRID 14 Oct. (EUROPA PRESS) - El Gobierno de Estados Unidos ha condenado este lunes la embestida efectuada en la víspera por un barco chino contra un buque de las autoridades de Filipinas mientras navegaba cerca de la isla Thitu, en el mar de la China Meridional, escenario desde hace años de disputas territoriales entre ambos países, y ha advertido de que las acciones del gigante asiático en este asunto son "cada vez más coercitivas".
"Estados Unidos condena la embestida y el uso de cañones de agua por parte de China el 12 de octubre contra un buque de la Oficina de Pesca y Recursos Acuáticos de Filipinas cerca de la isla Thitu, en el mar de la China Meridional", ha señalado en un comunicado el portavoz adjunto del Departamento de Estado, Tommy Pigott.
El portavoz de la cartera diplomática estadounidense ha acusado a Pekín de llevar a cabo acciones "cada vez más coercitivas" en el marco de sus "amplias" reivindicaciones territoriales y marítimas en el mar de China Meridional, que limita con China y Filipinas, entre otros países del Sudeste Asiático.
Estas "peligrosas" actuaciones, ha indicado, "siguen socavando la estabilidad regional y contradicen sus compromisos previos de resolver las disputas de forma pacífica".
Así, Pigott ha reiterado el apoyo de Washington a Manila, entendiendo que el Tratado de Defensa Mutua entre ambos incluye cualquier ataque armado "contra las Fuerzas Armadas, los buques públicos o las aeronaves filipinas, incluidos los de su Guardia Costera, en cualquier lugar del mar de la China Meridional".
Pekín, como ha ocurrido en ocasiones previas, ha asegurado que "la responsabilidad recae enteramente en la parte filipina", según el comunicado de la Guardia Costera china. Tres barcos filipinos, según su relato, se aproximaron a los buques patrulla chinos y uno de ellos en particular fue el que provocó la colisión.
Las aguas en disputa están atravesadas por rutas marítimas vitales para el comercio mundial, y sus fondos marinos podrían contener reservas de petróleo y gas. Pekín ha tomado medidas reiteradas contra los buques filipinos, a los que acusa de entrar en aguas que reclama como suyas.