MADRID, 13 (EUROPA PRESS)
La Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN) ha abogado por garantizar una atención sanitaria continuada y coordinada para la población penitenciaria tanto dentro como fuera de los centros, en un contexto en el que este colectivo tiene una prevalencia de enfermedades infecciosas, consumo de drogas y trastornos mentales superior a la del resto de la población.
Así lo ha puesto de manifiesto la vocal de la Junta Directiva Nacional de SEMERGEN Celia Cols, durante la mesa redonda 'Enfermedades altamente prevalentes en los internados en prisión y elementos clave en la coordinación intra-extrapenitenciaria', celebrada en el marco del 47 Congreso Nacional de la sociedad científica.
En España, según los últimos datos del Ministerio del Interior, hay unas 60.000 personas reclusas. Se sabe que las mujeres internas mueren cuatro veces más que las no reclusas y que los trastornos mentales graves alcanzan a entre el cuatro y el cinco por ciento de la población penitenciaria, lo que supone una prevalencia entre dos y 10 veces superior a la observada en la población general.
Cols ha hecho hincapié en que la coordinación entre penitenciarios y dispositivos externos de salud es la "piedra angular" de la atención sanitaria en prisión. En este sentido, ha recordado que la condición de preso es transitoria, por lo que es también importante garantizar una atención continuada al salir de la cárcel para favorecer la reinserción y la salud pública.
"Una atención integral y equitativa no solo mejora la salud individual de las personas internas, sino que también repercute positivamente en la salud pública y en la cohesión social", ha añadido.
MESA REDONDA
El coordinador de Enfermedades Infecciosas del Programa de Salud Penitenciaria del Institut Català de la Salut, Andrés Marco, ha abierto la sesión con una ponencia sobre la morbimortalidad en centros penitenciarios, centrada especialmente en la evolución de la prevalencia y el manejo de enfermedades como tuberculosis, VIH y hepatitis C en las últimas décadas.
Por su parte, el presidente de la Sociedad Española de Salud Penitenciaria, Joaquín Antón, ha abordado la epidemiología y tendencia del consumo de drogas en prisión, un problema que continúa siendo uno de los mayores retos sanitarios en los centros penitenciarios, junto con el uso y la desprescripción de psicofármacos.
En el encuentro también ha participado la psiquiatra del Centro Penitenciario de Araba Maddi Laborde, quien ha analizado los trastornos mentales graves y ha reclamado equipos interdisciplinares que integren salud mental, medicina de familia y trabajo social. Según ha apuntado, la comorbilidad psiquiátrica y la patología dual son muy frecuentes, por lo que es necesario garantizar una atención continuada y coordinada dentro y fuera de prisión.
Por último, la enfermera Neus Solé ha presentado el Programa de Enfermera de Enlace implantado en Cataluña desde 2017. Este programa tiene como objetivo generar planes de visitas y seguimiento para toda la población penitenciaria en el momento de su excarcelación. Dicha coordinación es imprescindible para asegurar la continuidad asistencial del trabajo sanitario realizado durante la estancia en prisión.