MADRID 8 Oct. (EUROPA PRESS) - El Gobierno de Moldavia ha aprobado este miércoles durante un consejo de ministros un nuevo plan estratégico para los próximos diez años en el que se compromete a invertir de forma gradual hasta 2035 el 1 por ciento de su PIB en Defensa para reforzar sus capacidades y modernizar a sus Fuerzas Armadas ante las amenazas híbridas de Rusia.
"Seguiremos desarrollando el Ejército, defendiendo nuestra patria y contribuyendo a la paz y la seguridad mundiales", ha dicho el primer ministro moldavo, Dorin Recean, tras publicarse un plan que plantea aumentar el número de militares contratados y permanentes del Ejército de 6.500 a 8.500 entre 2025 y 2035.
La 'hoja de ruta' del Gobierno, según reza el texto de 75 páginas, busca "fortalecer las capacidades de defensa" de Moldavia "mediante un aumento gradual de las asignaciones presupuestarias, la modernización tecnológica y la transformación organizacional".
"El objetivo principal es desarrollar una estructura militar eficiente, moderna y bien equipada, alineada con los estándares y buenas prácticas occidentales, capaz de responder a los desafíos de seguridad actuales y futuros", ha agregado.
El Ejecutivo de Recean resalta en el documento que "la posible expansión de los territorios ocupados por la Federación Rusa representa una grave amenaza directa para la seguridad y la identidad estatal de la República de Moldavia", en especial ante la posibilidad de que Moscú pueda establecer un corredor terrestre en la región separatista de Transnistria.
Las autoridades moldavas también citan como desafíos el aumento de los ciberataques y de otro tipo de ataques híbridos por parte del Kremlin para manipular a la opinión pública y distorsionar "el esfuerzo de integración europea del país".
"Desde 2022, este tipo de operaciones contra Moldavia se han intensificado para debilitar la cohesión de la sociedad a través de la explotación de divergencias internas, la polarización política y la desinformación en ciertos segmentos de la población", resalta el texto, elaborado por el Ministerio de Defensa.
Las autoridades moldavas denunciaron que Moscú intentó influir en las últimas elecciones --en las que se impuso el partido proeuropeo Partido Acción y Solidaridad (PAS) de la presidenta Maia Sandu-- financiando la compra de votos y campañas de desinformación en redes sociales, así como con disturbios y ciberataques.
Medio millón de personas --muchas con pasaporte ruso-- viven en la región separatista de Transnistria, un territorio ubicado en el margen izquierdo del río Dniéster en el que se encuentran presentes cerca de 1.500 militares rusos.