Un equipo internacional con participación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha desarrollado una nueva técnica que permitirá acelerar el diseño de fármacos dirigidos a canales iónicos, un tipo de proteínas de la membrana celular implicadas en numerosas enfermedades, desde desórdenes psiquiátricos, hasta varios tipos de cáncer.
La investigación, que se ha realizado con la colaboración de la Universidad de East Anglia y el Qadram Institute, ambos en el Reino Unido, aparece publicada en la revista 'Journal of the American Chemical Society'.
Los canales iónicos son proteínas de la membrana celular que regulan el paso de iones hacia el interior de la célula y que son fundamentales en procesos tan diversos como la transmisión nerviosa, la contracción muscular o la respuesta inmune. Su disfunción está asociada con numerosas patologías, lo que los convierte en dianas terapéuticas de gran interés.
"Hasta ahora, para estudiar cómo los fármacos interaccionaban con estas proteínas era necesario aislarlas, un proceso técnicamente complejo que puede llegar a alterar su comportamiento. Nuestra técnica, basada en resonancia magnética nuclear, permite estudiar estas interacciones en células vivas, lo que proporciona información biológicamente más relevante", explica Jesús Angulo, del Instituto de Investigaciones Químicas, que es un centro mixto del CSIC y la Universidad de Sevilla.
Según señalan los investigadores, la nueva técnica es más rápida -se basa en experimentos que duran menos de una hora-, más económica, y significativamente más simple, ya que elimina la necesidad de realizar complejos procesos previos de purificación de proteínas o manipulación de muestras.
Los investigadores consideran que su método podría convertirse en una herramienta estándar para los estudios de estructura y actividad, que buscan entender cómo la estructura química de una molécula se relaciona con su efecto farmacológico.
"Nuestra técnica podría acelerar significativamente el desarrollo de fármacos dirigidos a canales iónicos y otras proteínas de membrana, abriendo nuevas posibilidades de investigación en múltiples áreas, desde enfermedades neurológicas o cardiovasculares hasta metabólicas y oncológicas", señala Leanne Stokes, de la Universidad de East Anglia, en el Reino Unido.
NUEVA HERRAMIENTA PARA ESTUDIOS FARMACOLÓGICOS
La nueva técnica ha sido probada en los receptores P2X7, canales iónicos que constituyen dianas terapéuticas para la depresión, ciertos trastornos del espectro autista y algunos tipos de cáncer. "Hemos demostrado que podemos identificar, sobre células vivas, qué partes del fármaco interaccionan con la proteína, lo que nos permite optimizar estas interacciones; una información fundamental para desarrollar medicamentos más efectivos y específicos", afirma Serena Monaco, investigadora del Quadram Institute de Norwich, también en el Reino Unido.
Además, gracias a un 'software' desarrollado en el IIQ-CSIC-US, los autores combinaron estos datos experimentales con modelos tridimensionales de unión entre fármaco y receptor generados mediante bioinformática, lo que les permitió validar qué modelos propuestos por el ordenador coincidían realmente con lo observado en el laboratorio.
"La interacción entre fármaco y proteína puede compararse con una llave y una cerradura. La proteína de membrana es la cerradura y nuestra llave es el fármaco. Pero no solo tenemos que encontrar la llave correcta, sino que tenemos que dilucidar de qué forma introducirla para que abra mejor", ilustra Angulo.