MADRID 25 Sep. (EUROPA PRESS) - El ministro de Exteriores de Hungría, Peter Szijjarto, ha defendido este miércoles en la Asamblea General de la ONU la postura de Budapest, que ha basado en el lema "ni guerra, ni migración, ni género", ante un mundo que ha situado en "el peor nivel de seguridad global" desde la Segunda Guerra Mundial.
"El enfoque de Hungría hoy por hoy frente a los grandes desafíos del mundo sería el siguiente: Ni guerra, ni migración, ni género", ha manifestado Szijjarto en un discurso en el que ha alertado de peligros como la propagación del extremismo, conflictos étnicos y "el peor nivel de seguridad global" desde la Segunda Guerra Mundial.
En este sentido, se ha mostrado a favor de la "conectividad" entre países, aludiendo en concreto a Francia, Alemania, Rusia y China, en aras de un beneficio común surgido de "una cooperación entre el este y el oeste que sea civilizada".
El responsable de la diplomacia magiar ha destacado como prioridad perseguir la paz en la guerra de Ucrania, alegando que Hungría ha "padecido las consecuencias de esta guerra de manera cotidiana (con) una oleada enorme de refugiados, un millón trescientas mil personas" y una inflación que, ha lamentado, ha hecho que los "precios de la energía se hayan disparado".
"Tenemos que trabajar diariamente para poder quedarnos al margen de la guerra por mucho que se hayan esforzado en arrastrarnos a la guerra y a provocarnos para que entremos en ella", ha afirmado, denunciando que su país ha sufrido "graves ataques políticos, acusaciones y estigmatización por nuestra posición".
Szijjarto ha atribuido estas acusaciones principalmente a "los países europeos", en alusión a la Unión Europea, a la que ha afeado "una estrategia fracasada". El ministro húngaro ha alegado que el paquete de sanciones establecido por Bruselas "no ha cumplido de ningún modo las expectativas (y) ha causado más daños a la economía europea que a la rusa" mientras "cientos de miles de millones de euros han llegado a Ucrania en efectivo y en armas".
"Si se hubieran mostrado a favor de las conversaciones de paz (...) podrían haber salvado las vidas de cientos y miles de personas y podríamos haber evitado enormes oleadas de refugiados y hubiéramos evitado mucha destrucción", ha asegurado. En cambio, ha ensalzado el papel del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, al que ha presentado como "la única esperanza para conseguir la paz en Ucrania (...) por muucho que muchos políticos en Europa menoscaben sus esfuerzos".
HUNGRÍA PREFIERE PAGAR A LA UE A CAMBIAR SU POLÍTICA MIGRATORIA
El jefe de la diplomacia magiar ha subrayado también la oposición de Budapest a la política migratoria europea y defendiendo, por contra, la decisión de cerrar las fronteras tras la supuesta entrada de "400.000 inmigrantes ilegales, gente agresiva" que habría entrado en Hungría "por la fuerza, marchando y rechazando la cooperación" con las autoridades.
En este sentido, ha defendido las políticas de su Gobierno pese a la respuesta de la Comisión Europea. "Preferimos pagar un millón de euros al día por no permitir que entren inmigrantes ilegales en nuestro país" antes que modificar dicha estrategia, ha aseverado.
Asimismo, Szijjarto ha presentado como tercera amenaza "una corriente liberal extrema que ataca a la familia, no solo como expresión, sino como institución", en una parte del discurso que ha destinado a ensalzar la "revolución impositiva familiar" en Hungría y a rechazar cualquier estructura o formación familiar que no esté compuesta por un padre y una madre cisgénero.
"Nuestro objetivo es hacer Hungría grande una vez más", ha concluido haciendo suyo el eslógan político con el que Donald Trump llegó a la Casa Blanca de Estados Unidos.