Un 15,7 por ciento de los adolescentes españoles asegura haber intentado suicidarse en el último año, mientras que el 19,8 por ciento señala que lo ha considerado, según reflejan los datos de un estudio de salud mental coordinado por la Universidad Rey Juan Carlos (URJC).
Además, el 29,3 por ciento manifiesta que durante el último año ha realizado conductas autolesivas, de los cuales el 10,5 por ciento indica pensar frecuentemente en ello. Estos datos forman parte de un estudio que se ha publicado en abierto en la revista 'Frontiers in Psycology' y en un informe de la editorial de la URJC.
En el marco del Día Mundial para la Prevención del Suicidio, que se conmemora el 10 de septiembre, se han dado a conocer los resultados. El trabajo combinó metodologías cualitativas y cuantitativas, y se obtuvieron varias muestras de ámbito estatal: una representativa de 806 adolescentes y una adicional con personas LGTBIQ+, con 228 adolescentes para la encuesta y 44 participantes en grupos de discusión. El proyecto ha tenido como objetivo estudiar la salud mental de la población española de entre 14 y 17 años, y analizar qué redes de apoyo son importantes en esta etapa.
Los resultados ponen de manifiesto que el 11,2 por ciento de las personas que han participado afirma sentirse muy o bastante infeliz, y el 38,8 por ciento revela que ha experimentado soledad con regularidad en el último año. En cuanto a situaciones de depresión, un 14 por ciento se encuentra viviendo episodios graves, y un 6,6 por ciento episodios severos.
REDES DE APOYO EN LA ADOLESCENCIA
Las principales conclusiones obtenidas en la investigación enfatizan la importancia de las redes de apoyo en la familia, el entorno escolar y los iguales en la adolescencia, como elementos esenciales para tener una buena salud mental.
Uno de los actores más importantes es la familia. La conexión familiar hace referencia al sentido de pertenencia, cariño, cuidado, valoración y respeto que se recibe y se percibe por parte de los familiares. "Es esencial porque constituye un espacio de seguridad que fomenta el bienestar de los jóvenes", añaden los especialistas.
El segundo vínculo hace referencia a la escuela y a la percepción que tiene el estudiantado sobre si los adultos y sus iguales en el centro se preocupan no solo por su aprendizaje y sus resultados, sino también por sus experiencias personales y su bienestar.
"El apoyo familiar y del entorno escolar son los factores de mayor peso, que generan resiliencia y protección frente a las violencias entre iguales y las adversidades que a veces se producen", resalta el equipo investigador.
Este trabajo pone de relieve que las relaciones con los iguales son esenciales en la adolescencia, ya que actúan como un factor protector ante la adversidad. Contar con vínculos saludables fortalece su bienestar y los ayuda a enfrentar experiencias de exclusión, especialmente cuando se generan espacios seguros e inclusivos.
DIVERSIDAD SEXUAL
El estudio ha querido comparar la adolescencia cis y heterosexual con la adolescencia LGTBIQ+, y se ha percibido un mayor acoso en este último grupo. Los resultados muestran que, a mayor percepción de la violencia recibida y a menor conexión o apoyo familiar, escolar y social -con iguales-, el grado de depresión, ideación suicida, autolesiones y soledad no deseada aumenta, y, en consecuencia, el grado de felicidad percibida en adolescentes se reduce.
"Encontramos que la adolescencia LGTBIQ+ tiene significativamente menos conexión con la familia y con el entorno escolar. El rechazo familiar, el acoso entre iguales y las microagresiones aparecen relacionados con mayor malestar psicológico en adolescentes de este colectivo", señala el equipo investigador, en el que participa Ariadna Angulo Brunet, coordinadora del grupo Measuring and Improving Student Success (MISS), adscrito a la unidad de investigación de la UOC, y profesora en los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación.
En este trabajo también ha participado personal investigador de la Universitat Rovira i Virgili, la Universitat Jaume I, la Universidad de Girona, la Universitat Oberta de Catalunya, así como de la chilena Universidad Alberto Hurtado.