Plantar más árboles enfriaría el clima y evitaría los incendios, especialmente si se plantan en los trópicos, según un nuevo estudio de la Universidad de California en Riverside.
Publicado en npj Climate and Atmospheric Science, la investigación concluyó que la plantación de árboles generalmente tiene un impacto positivo neto en el clima, ya que ayuda a extraer el carbono de la atmósfera que contribuye al calentamiento global. Sin embargo, los efectos locales sobre la temperatura no relacionados con el carbono variaron significativamente según la región. En latitudes más altas, los árboles podrían tener un ligero efecto de calentamiento, mientras que en los trópicos ocurre lo contrario.
"Nuestro estudio encontró un mayor enfriamiento al plantar árboles en regiones cálidas y húmedas, donde los árboles crecen todo el año. Los árboles tropicales no solo absorben dióxido de carbono del aire, sino que también se enfrían al liberar vapor de agua", afirmó en un comunicado James Gomez, primer autor del estudio y estudiante de posgrado de la UCR. "No es que plantar en otros lugares no ayude, de hecho sí lo hace, pero los trópicos ofrecen los mayores rendimientos por árbol".
Estos hallazgos reflejan los resultados de un estudio anterior de la UCR que muestra que plantar árboles podría enfriar la superficie del planeta incluso más de lo previsto. Si bien ese estudio consideró los efectos químicos de la interacción de los árboles con la atmósfera, este se centra más en comprender los efectos físicos de la plantación de árboles.
Estos efectos incluyen la evapotranspiración. Las raíces de los árboles extraen agua del suelo, que luego asciende por el tronco hasta las hojas. Cuando los poros de las hojas se abren para que el árbol pueda absorber dióxido de carbono para la fotosíntesis, parte del agua se evapora. Este proceso enfría el aire en la superficie terrestre y también enfría al árbol.
COMO LA SUDORACIÓN ENFRÍA EL CUERPO
"Es similar a cómo la sudoración enfría el cuerpo", dijo Gómez. "En los trópicos, los árboles siempre tienen agua disponible, lo que aumenta la transpiración".
Los árboles también pueden reducir la cantidad de luz solar que llega a la superficie del planeta. Al emitir vapor de agua, el aire puede volverse más húmedo. Una mayor humedad puede significar más nubes, y el propio vapor de agua puede absorber parte del sol. Ambos efectos reducen la cantidad de sol que llega al suelo, lo que produce un efecto refrescante.
Los efectos físicos de la adición de árboles producen un enfriamiento medio global débil de 0,01 grados Celsius, aunque este enfriamiento se vuelve significativo en los trópicos con aproximadamente 0,1 grados, y algunas regiones tropicales como África central experimentan un enfriamiento de hasta medio grado Celsius.
Se espera que la contabilización del secuestro de carbono de la adición de árboles amplifique estos efectos de enfriamiento en aproximadamente 0,15 grados a nivel mundial. Los investigadores señalan que se explorarán estimaciones más precisas de los efectos del secuestro de carbono en un estudio futuro, donde se simularán interactivamente los efectos físicos y del ciclo del carbono del establecimiento de nuevos bosques.
"Aunque los efectos no relacionados con el CO2 son pequeños, es una buena noticia que no estén provocando el calentamiento, como estudios previos han indicado como probable", afirmó Gomez.
Para este estudio, los investigadores también utilizaron un escenario relativamente realista: plantar árboles en lugares donde se habían talado, evitar la deforestación y limitar la siembra de nuevos árboles a lugares donde no desplazarían a personas ni a demasiadas tierras agrícolas. Además, el experimento utilizó datos de 12 modelos climáticos comúnmente utilizados para el análisis de políticas internacionales, por lo que los resultados serían más fiables que basarse en un solo modelo.
RESISTEN MEJOR EL FUEGO EN LOS TRÓPICOS
Los investigadores también descubrieron que, en algunos casos, los árboles pueden tener un efecto de extinción de incendios. "En las sabanas tropicales y en otros lugares del mundo, los árboles son mucho más resistentes al fuego que las hierbas", afirmó Gomez.
Sin embargo, el estudio reveló que en algunas zonas de Canadá y el noreste de Estados Unidos, los árboles probablemente causarían más incendios y reducirían el enfriamiento al absorber demasiada luz solar.
"¡Esto no es una invitación a deshacerse de los árboles que crecen allí! Ofrecen múltiples beneficios para los ecosistemas y la diversidad, reduciendo el CO2 y enfriando las zonas circundantes", afirmó Gomez.
"Lo que necesitamos es una zona ideal de árboles en cada región. La cantidad justa para lograr los efectos climáticos más fuertes y positivos".