Cambios en el Atlántico Norte llevan más lluvia a partes de la Amazonia

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La sequedad de la estación lluviosa en la selva amazónica podría amortiguarse con cambios en la Circulación Meridional Atlántica de Retorno (AMOC), que caldea el Atlántico Norte.



Es la conclusión de un nuevo estudio que también destaca la urgente necesidad de reducir las emisiones a medida que los riesgos climáticos más amplios continúan aumentando.



La selva amazónica meridional, uno de los ecosistemas más vitales de la Tierra, se enfrenta a amenazas cada vez mayores derivadas del cambio climático y la deforestación. Mientras tanto, la AMOC -un sistema de corrientes oceánicas crucial para la regulación del clima global- se está debilitando. Ambos se consideran elementos de inflexión climática, que podrían experimentar cambios abruptos y potencialmente irreversibles en respuesta al calentamiento global, con consecuencias potencialmente devastadoras.



Un nuevo estudio dirigido por la investigadora del IIASA (International Institute for Applied Systems Analysis) Annika Högner, en colaboración con colegas del Instituto de Investigación del Impacto Climático de Potsdam (PIK) y el Centro de Estudios Computacionales Críticos (C3S) de Fráncfort, ha identificado un vínculo entre ellos.



Publicado en Environmental Research Letters, el estudio es el primero en identificar una vía causal desde la AMOC hasta la Amazonía Sur a partir de reanálisis y datos observacionales. Un debilitamiento de la AMOC provoca un enfriamiento de las temperaturas superficiales del Atlántico Norte, lo que provoca un aumento de las precipitaciones en la Amazonía Sur durante la estación seca.



Utilizando métodos avanzados de análisis causal que abarcan el período de 1982 a 2022, los investigadores demuestran que por cada millón de metros cúbicos por segundo de debilitamiento de la AMOC, la precipitación anual durante la estación seca en la Amazonía Sur aumenta aproximadamente un 4,8 %.



"La estación seca es el período más vulnerable para la selva amazónica", explica Högner en un comunicado. "Nuestros hallazgos revelan que un debilitamiento de la AMOC contribuye al aumento de las precipitaciones en la Amazonía Sur durante este período".



Según el análisis, esta teleconexión climática, previamente desconocida, podría haber compensado hasta un 17 % de la disminución de las precipitaciones durante la estación seca en la Amazonía Sur desde 1982. Si bien esto parece una buena noticia, los autores recomiendan cautela.



GRAVES IMPACTOS SEVEROS


La Amazonía sigue recibiendo menos precipitaciones, con temporadas secas cada vez más largas e intensas. Si bien amortigua esta tendencia a la sequía, un mayor debilitamiento de la AMOC tendría graves impactos adversos en todo el mundo.



"La Amazonía sigue secándose", señala Nico Wunderling, coautor del estudio, profesor de C3S y científico de PIK. "La interacción estabilizadora que encontramos entre la AMOC y la Amazonía Sur compite con otros efectos, como los derivados de la deforestación y el aumento de las temperaturas, que provocarían una sequía continua en la Amazonía que la interacción no podrá compensar a largo plazo. Para estimar con precisión los riesgos futuros, necesitamos comprender estas complejas interacciones. Nuestro estudio aporta una pieza importante a este rompecabezas".



Los autores enfatizan que este descubrimiento refuerza la importancia de integrar las interacciones de los elementos de inflexión en las evaluaciones de riesgo climático. También subraya la urgencia de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero para evitar que los sistemas vulnerables superen umbrales críticos.



"Las interacciones entre los elementos de inflexión climático no son solo teóricas; están ocurriendo ahora", afirma Högner.



Si bien algunas interacciones de elementos de inflexión se están estabilizando, la mayoría no lo están, sino todo lo contrario. No podemos confiar en que el sistema terrestre siga absorbiendo el daño que causamos. La única forma fiable de avanzar es reducir drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero y limitar el calentamiento.




europapress