El presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos de España (CGCOF), Jesús Aguilar, ha reclamado este martes que se consolide el papel de las oficinas de farmacia como "agentes clave" en la atención a la salud mental, dado que el farmacéutico actúa como "un primer agente de escucha" ante este tipo de trastornos y facilita el acceso a los servicios especializados.
"Pedimos ser reconocidos como aliados estratégicos en la construcción de una atención a la salud mental más humana, más cercana y más eficaz, porque esta es una responsabilidad compartida y la oficina de farmacia quiere y debe estar presente", ha destacado Aguilar ante la Comisión de Sanidad del Congreso de los Diputados.
Con este objetivo, ha planteado cinco líneas de acción "prioritarias" para reforzar la contribución de las oficinas de farmacia en este ámbito. En primer lugar, ha propuesto que se impulse una formación "continua, especializada y específica" en salud mental para todos los profesionales sanitarios "de forma integral y compartida".
En este punto, ha precisado que, en el caso de los farmacéuticos, "resulta clave" ampliar sus capacitaciones en aspectos psicosociales, detección precoz del malestar emocional, comunicación empática y gestión de situación.
Aguilar también ha pedido que se establezcan protocolos estandarizados de derivación a nivel nacional que permitan a los farmacéuticos derivar de forma "eficaz, segura y adecuada" a los ciudadanos. Además, ha instado a integrar al farmacéutico en los equipos multidisciplinares de salud mental, a fin de mejorar la coordinación entre niveles asistenciales y ofrecer una atención integral.
Entre las líneas del CGCOF, también ha apuntado la necesidad de reforzar las estrategias para mejorar la adherencia terapéutica; "uno de los principales riesgos" en el abordaje de los trastornos mentales y frente al que los farmacéuticos pueden desempeñar un "papel fundamental". Por último, ha demandado la incorporación de la salud mental "de forma efectiva" en la Atención Primaria y Comunitaria, "aprovechando el potencial de la gran red de oficinas de farmacia".
"La farmacia comunitaria, la oficina de farmacia, no es un actor periférico, es una pieza estructural del sistema sociosanitario con un enorme potencial, aún por desplegar, en el ámbito de la salud mental", ha subrayado.
RETO SANITARIO, SOCIAL Y HUMANO
"En un contexto como el actual, en el que la salud mental se ha consolidado como uno de los principales retos sanitarios, sociales y humanos de nuestro tiempo, se hace imprescindible sumar capacidades, romper barreras profesionales y construir respuestas intersectoriales y colaborativas", ha aseverado Aguilar.
En esta línea, el presidente del CGCOF ha señalado algunos datos sobre la prevalencia de patologías asociadas a la salud mental. Así, aludiendo a informes del Ministerio de Sanidad, ha puntualizado que más de un tercio de la población española experimentará algún problema de salud mental a lo largo de su vida. Una cifra que supera el 50 por ciento entre las personas mayores de 75 años y que, según las proyecciones, continuará aumentando en los próximos años.
"Pero no estamos hablando solo de datos. Hablamos del sufrimiento humano, de vidas condicionadas por el silencio, el estigma y la incomprensión. Porque, además de los síntomas, muchas personas con trastornos mentales se enfrentan a una doble carga, la de su propia enfermedad y la de una sociedad que no sabe cómo tratar o cómo ayudar", ha advertido.
Al hilo, ha recordado que, en España, hay más de 22.000 oficinas de farmacia, el 70 por ciento de ellas ubicadas en zonas rurales, que brindan atención diaria a 2,3 millones de personas. "Muchas de ellas presentan necesidades relacionadas con la salud mental que se manifiestan en una conversación, en una duda sobre la medicación o en una mirada de preocupación", ha añadido.
En este contexto, ha reivindicado el papel del farmacéutico y, en concreto, el del farmacéutico comunitario, destacando que su labor no se limita a la dispensación de fármacos, sino que también incluye una "atención integral que incorpora la dimensión emocional y mental de la salud", ya que su contacto frecuente con los pacientes le otorga una "posición privilegiada" para hacer un seguimiento continuo, detectar problemas de adherencia, identificar interacciones y prevenir el abandono de tratamientos.
"Una capacidad que, si se articula de forma sistemática, puede traducirse en un verdadero salto de calidad en la atención a la salud mental", ha subrayado.
Como muestra del trabajo que desempeñan los farmacéuticos en materia de salud mental, ha expuesto algunos de los proyectos impulsados desde el CGCOF, como la elaboración de estudios que sirven de radiografía del estado de la salud mental en el país y otros sobre determinantes sociales de la salud o abordaje de la soledad.
Asimismo, ha destacado la puesta en marcha de campañas de sensibilización y difusión del papel del farmacéutico en la prevención, detección precoz y acompañamiento; programas de formación de los profesionales; y el proyecto de escuelas rurales de salud, en el que los propios farmacéuticos imparten charlas a pacientes y cuidadores en zonas rurales.