La asociación Cardioalianza ha lanzado la campaña 'La historia completa de la insuficiencia cardiaca y otras enfermedades relacionadas' con el objetivo de sensibilizar y educar, tanto a pacientes como a profesionales sanitarios y a la sociedad en general, sobre el impacto que ejerce esta enfermedad y visibilizar su estrecha relación con otras enfermedades como la diabetes, la enfermedad renal crónica, la obesidad o la hipertensión.
Durante el mes de mayo se celebra a nivel mundial el mes de la concienciación sobre la insuficiencia cardiaca (IC), un síndrome clínico que afecta a la estructura y funcionamiento del corazón, provocando que este no bombee el suficiente flujo de sangre para satisfacer las necesidades de oxígeno y nutrientes que necesita el organismo. Esto provoca que el cuerpo no pueda eliminar los desechos naturales que produce, lo que genera una acumulación de líquido en los pulmones y en otras partes del cuerpo.
Se calcula que la IC afecta a más de 60 millones de personas en todo el mundo y a más de 770.000 en España, con una prevalencia nacional del 1,89 por ciento en la población adulta y del 9 por ciento en pacientes mayores de 80 años. En 2023, la IC causó 18.954 muertes en España, lo que representa el 4 por ciento del total de defunciones (436.124) y el 22 por ciento del total de muertes producidas por enfermedades del sistema circulatorio (115.889).
Se posiciona, así, como la tercera ECV que causa más muertes, solo por detrás de las enfermedades isquémicas del corazón y las enfermedades cerebrovasculares. Además, la IC representa un importante coste para el sistema sanitario: supone el 3 por ciento de todos los ingresos hospitalarios y el 2 por ciento del gasto total en salud en España.
Según los expertos, la IC rara vez se presenta de forma aislada, sino que a menudo está vinculada a otras enfermedades crónicas como la diabetes, la enfermedad renal crónica, la obesidad o la hipertensión, lo que complica su manejo y atención.
Además, el registro español EpiChron (2019) indica que el 98 por ciento de los pacientes con IC en España presentan multimorbilidad, es decir, conviven con más de una patología crónica. Las comorbilidades más prevalentes fueron similares en mujeres y hombres: hipertensión (71,2% vs 65%), dislipidemia (36,9% vs 37,6%), artropatía (36,8% vs 23,9%), arritmia cardíaca (35,5% vs 42,6%) y diabetes (30,3% vs 32,3%).
Excepto la hipertensión, que fue más frecuente en mujeres, las comorbilidades cardiovasculares (es decir, cardiopatía isquémica y arritmias), así como la EPOC, fueron más prevalentes en hombres. La artropatía, las varices en extremidades inferiores, la obesidad, la osteoporosis, la demencia y la depresión también fueron altamente prevalentes en pacientes con IC, especialmente en mujeres. Así pues, estos datos ponen de manifiesto que la IC es una enfermedad sistémica que afecta a múltiples sistemas orgánicos.
"Estas comorbilidades asociadas a la insuficiencia cardiaca suelen ser crónicas y afectan tanto a la salud física como mental de la persona, condicionando directamente a su calidad de vida y supervivencia. Por ello, es fundamental que estos pacientes reciban una atención integral por parte de un equipo multidisciplinar de profesionales sanitarios", subraya el presidente de Cardioalianza, Tomás Fajardo.
Cardioalianza se suma de este modo a la campaña de concienciación mundial de la Global Heart Hub (GHH), la alianza internacional de organizaciones pacientes cardiovasculares, de la que forma parte. "La campaña subraya la necesidad de adoptar modelos de atención integrados que coordinen el apoyo entre los diferentes profesionales sanitarios, un enfoque que ha demostrado reducir ingresos hospitalarios y mejorar los resultados a largo plazo en personas con insuficiencia cardíaca", ha finalizado la directora de Desarrollo de la GHH, Aiste Staraite.