​Claves para una cultura pro inclusión y diversidad

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Claudio Oyarzún, (2)

Ser sostenible y tener éxito como organización en el mundo actual de los negocios no sólo pasa por temas de eficiencia y resultados. Hay otros factores cruciales que inciden en ello como, por ejemplo, disponer de una cultura en la empresa que fomente la inclusión y la diversidad, lo que a su vez contribuirá a un mayor rendimiento, alta satisfacción laboral y elevada creatividad e innovación en el tiempo.


No obstante, para lograr lo anterior es importante tener en cuenta determinados aspectos que resultan estratégicos. En este sentido, podemos mencionar los siguientes elementos:


  • Definir políticas adecuadas. Las organizaciones deben contar con políticas y prácticas claras que fomenten la inclusión y diversidad, en cada uno de sus procesos, ya sea desde la atracción del talento, pasando por la contratación y hasta la promoción de los colaboradores. La idea es que las compañías o instituciones no caigan en sesgos por motivos de género, raza, orientación sexual, etc.

  • Compromiso de la alta gerencia. Se trata de uno de los componentes esenciales para construir una cultura inclusiva y diversa en el tiempo. Es la base para cualquier diseño que busque fomentar tales valores. Sin el apoyo de los líderes de una organización, ya sea mediante sus palabras o acciones concretas, es muy difícil o casi imposible lograr el éxito en este desafío. Son ellos quienes deben establecer las pautas o modelos a seguir en esta materia y, a la vez, representan la fuente de inspiración para los colaboradores.

  • Evaluación a lo largo del tiempo. Asimismo, en esta materia es crucial fijar indicadores que permitan medir los resultados e impactos obtenidos cada cierto periodo de tiempo, para así introducir correcciones. Encuestas de clima laboral, entrevistas grupales e individuales e informes que se elaboren en torno al tema permiten conocer los avances en inclusión y diversidad, y contribuir a realizar mejoras.

  • Desarrollar capacitaciones periódicas. Realizar talleres, seminarios y charlas sobre inclusión y diversidad permiten ir educando y sensibilizando a los colaboradores en tales tópicos, lo que también ayuda a la creación de una mayor conciencia y a la eliminación de ciertos comportamientos y actitudes que van en contra de esos valores, al interior de una organización. A la vez, facilitan el desarrollo en los trabajadores de ciertas habilidades como, por ejemplo, empatía, comunicación inclusiva y manejo de equipos diversos. Asimismo, es relevante capacitar a los individuos con discapacidad para que puedan desenvolverse de manera más eficiente dentro de la organización, potenciando ciertas competencias y desarrollando ciertas destrezas en ellos, con el fin de que puedan cumplir con sus tareas y metas.

  • Incentivo de la creatividad e innovación. Las empresas e instituciones deben impulsar el trabajo creativo e innovador, mediante la formación de equipos que sean diversos, colaborativos y en donde todas las personas y opiniones sean respetadas y valoradas.

  • En el fondo, desarrollar una cultura que fomente la inclusión y la diversidad es un proceso continuo y dinámico. Junto con necesitar del compromiso y apoyo de la alta dirección, este reto demanda la puesta en marcha de acciones concretas en el largo plazo y de una evaluación permanente. 


    Claudio Oyarzún Fracei, 

    Gerente general de HumanNet – www.humannet.cl

    europapress