La descentralización es un concepto ampliamente utilizado en el ámbito político y social, que plantea la transferencia de poder y responsabilidades desde el gobierno central hacia entidades locales o regionales. Por estos días se argumenta que este proceso puede conducir a una mayor eficiencia administrativa, una adecuada representación de los intereses locales y una mayor participación ciudadana en la toma de decisiones.
Tanto la descentralización política como la financiera implican la transferencia de poder y recursos desde el gobierno central hacia entidades subnacionales, ya sea a nivel regional, provincial o municipal. A pesar de esta similitud, existen diferencias significativas entre ambos procesos, y su correcta implementación puede tener repercusiones directas en la eficiencia y transparencia de la gestión pública. La descentralización política implica la transferencia de competencias y responsabilidades a las autoridades locales en materia de gobierno y administración. La descentralización financiera en tanto se refiere a la transferencia de recursos económicos e incluye la asignación de presupuestos, la recaudación de impuestos locales y el acceso a fuentes de financiamiento externas. Su objetivo principal dice relación con mejorar la eficiencia en la distribución de los recursos, promover el desarrollo económico a nivel regional o local, fortaleciendo la autonomía de las entidades subnacionales.
A pesar de los esfuerzos metodológicos que han permitido definir criterios e indicadores para establecer un equilibrio territorial entre comunas, es innegable la desigualdad económica y financiera entre municipios. Estas disparidades pueden manifestarse de diversas maneras, ya sea en términos de ingresos per cápita, acceso a servicios básicos o infraestructura adecuada y suelen ser abrumadoras. A modo de caracterizar estas disparidades, la data permite constatar que comunas como Santiago y Las Condes recaudaron el año recién pasado sobre MM$437.000, seguido por comunas tales como Maipú, Temuco, Puerto Montt, Providencia y Antofagasta que recudan sobre los MM$200.000. En el extremo inferior y con recaudaciones inferiores a los MM$3.000 aparecen comunas como General Lagos, Timaukel, Laguna Blanca, Primavera, En promedio los ingresos municipales se encuentran alrededor de los MM$39.508. Estas diferencias evidencian la existencia de comunas consideradas "ricas", principalmente ubicadas al oriente de la región metropolitana, mientras que aquellas con alta capacidad de generación de recursos reciben menos atención.
Por ahora no se vislumbran decisiones de política pública que pudieran hacer variar este comportamiento tan disímil a futuro. Entonces ¿Qué puede mover la aguja hacia un desarrollo económico y social equilibrado e inclusivo entre las comunas?
La descentralización política y financiera de las comunas, más tiene que ver con el fortalecimiento de los gobiernos regionales a los que pertenecen que con indicadores individuales que cada una ostenta. Así, la estrategia de desarrollo regional construida participativamente podría otorgar coherencia territorial y unidad de propósito ante la diversidad de fuerzas e intereses involucrados y la vía que permita movilizar los respaldos y transformaciones para cumplir con un crecimiento territorial equilibrado.
Américo Ibarra Lara
Director Observatorio en Política Pública y Territorio
Facultad de Arquitectura y Ambiente Construido
Universidad de Santiago de Chile