​Evolución reciente de las expectativas económicas para Chile: ¿Brotes Verdes?

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Rodrigo Caputo


La Encuesta de Operadores Financieros (EOF) del Banco Central es una herramienta esencial para comprender como los agentes del mercado evalúan la política monetaria y la economía en general. Acá analizaré las noticias que se desprenden de la última EOF, realizada con posterioridad a la reunión de política monetaria (RPM) del mes de mayo.


Al comparar la EOF más reciente con aquella publicada en enero del presente año, es posible evaluar los cambios de escenario económico entre estos meses y como los agentes los interpretan. También es posible determinar la percepción que estos agentes tienen sobre la conducta esperada de la tasa de política monetaria por parte del Banco Central de Chile (BCCh).


Por eso, es importante analizar las diferencias entre la EOF de enero y la de mayo de 2024, destacando cómo han evolucionado las percepciones y proyecciones en estos meses. La revisión de las EOFs abarca expectativas de inflación, tasas de interés, tipo de cambio y la evaluación que estos operadores hacen del “tono” con que el BCCh comunica sus decisiones de política monetaria. La información entregada por las EOFs, se complementa también con la evolución de la inflación efectiva y los datos (y proyecciones) respecto del crecimiento económico contenidos en los Informes de Política Monetaria (IPOM) del BCCh.


A principios de año, en enero de 2024, la EOF reflejaba la percepción que hacia fines de año la inflación iba a estar en 2,7%, levemente por debajo de centro de rango meta 3%. Esto se daba en un contexto en que los agentes preveían que la tasa de política monetaria se iba a reducir desde 8,25% en enero de 2024 a niveles de 4% a fines de año. No sorprendentemente, el “tono” de la política monetaria era interpretado como “dovish”, es decir una política monetaria con un marcado sesgo a la baja en la tasa de interés. Lo anterior se daba en un contexto en que la actividad económica para el 2024 se esperaba más bien modesta, con un crecimiento esperado del PIB 2024 de 1.25% a 2.25% (IPOM de diciembre de 2024). En este contexto, el tipo de cambio se ubicaba levemente por debajo los $1.000 pesos por dólar.


¿Qué sucedió en lo más reciente? Desde febrero de 2024 a la fecha se han ido materializando varios escenarios distintos a los previamente anticipados. Por un lado, la inflación ha resultado bastante más resiliente de lo anticipado. Esto ha generado una revisión al alza de las expectativas inflacionarias. Ahora, y de acuerdo a a la EOF de mayo, la convergencia hacía el 3% anual de inflación se espera que se materialice hacia la primera mitad del próximo año. Esto en un contexto en que las expectativas de crecimiento se han revisado al alza, esperando que el 2024 el PIB crezca entre 2% y 3% (IPOM de marzo de 2024), comparado con el un crecimiento esperado, a principios de año, de 1.25% a 2.25%. Coherente con este escenario, la EOF más reciente refleja un “tono” de la política monetaria más neutral. Esto quiere decir que las reducciones en la tasa de política monetaria, que esperan en el futuro son más tenues, y eventualmente más infrecuentes. En concreto, se espera que la TPM esté en 5% a fines de este año, que es cerca de 100 puntos base más alto de lo que anticipaba en enero. Coherente con lo anterior, el tipo de cambio se encuentra bastante más apreciado de lo que estaba a principios de año.


Ahora bien, y más allá de las cifras que la EOF de enero y de mayo contienen, ¿qué podemos inferir de la EOF más reciente? En mi opinión, se desprende un escenario bastante más optimista. Por un lado, las expectativas de inflación y de TPM son coherentes con un crecimiento económico más robusto para el 2024. Por el otro, y a pesar del aumento en las expectativas de inflación, está sigue anclada al centro del rango meta en el horizonte de política monetaria, que es 3%. Es verdad que hay una convergencia más lenta de la inflación al centro del rango meta, pero sin desvíos significativos de las trayectorias previas.


En definitiva, las buenas noticias respecto de “los brotes verdes” en materia de crecimiento no ponen en riesgo la estabilidad de precios. Esto no es un proceso que esté siempre garantizado, pero al menos en Chile la credibilidad y accionar del BCCh permiten que las expectativas de inflación se encuentren bien ancladas. En la región, no muchos países gozan de este privilegio.


Rodrigo Caputo,

Profesor Asociado,

FAE-USACh

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