Chileno lideró transformaciones que pusieron a la industria agrícola y alimentaria global en el centro de la lucha climática

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El chileno Gonzalo Muñoz Abogabir, High Level Climate Action Champion de COP 25 (2019-2021), cofundador de TriCiclos, Sistemas B y Manuia, asumió un importante rol como articulador de más de 200 actores no estatales de todo el mundo en la transformación del sistema alimentario y agrícola para detener el calentamiento climático, en el marco de la realización de la COP 28 en Emiratos Árabes Unidos y participó de la coordinación en la declaración de 159 países -entre ellos Chile-, en torno a la necesidad de transitar hacia una agricultura y alimentación más sustentables.


Como Presidente del pilar de actores no estatales en la agenda de Sistemas de Alimentación y Agricultura para COP 28, Gonzalo Muñoz destacó que el acuerdo constituye un hito inédito y esperado por más de tres décadas, especialmente si se considera que actualmente existen cerca de 720 millones de personas que sufren de hambre, 3 mil millones que enfrentan inseguridad alimentaria y un tercio de los alimentos que se producen son desperdiciados.


“Históricamente, la agenda de alimentación y agricultura ha estado fragmentada en distintas organizaciones de la ONU, como la FAO, preocupada de los agricultores; la OMS, vinculada a salud y nutrición, y otras que se relacionan con pueblos indígenas, comercio, bancos de alimentos, el metano, la producción de alimentos acuícolas, etc. Dada esta dispersión históricamente habíamos fallado en unir todas estas distintas agendas bajo un mismo paraguas y así avanzar de forma más contundente”, explica Muñoz.


Por eso, el compromiso adquirido en Emiratos Árabes Unidos es clave, ya que permitirá vincular tanto a actores estatales como no estatales en torno a definiciones concretas en la materia. “Este trabajo partió hace poco más de un año, cuando la Presidencia de la COP decidió incluir la agricultura y la alimentación fuertemente en el programa de la COP28 ofreciendo un esfuerzo inusitado para alinear a los más diversos actores en torno a una misma comprensión del problema y sus potenciales soluciones. La expectativa optimista era lograr el compromiso de 100 países, y con mucha satisfacción podemos decir que llegamos a 159, incluyendo a Estados Unidos, China, Rusia, Brasil, Argentina y la Unión Europea, que juntos reflejan un porcentaje enorme de la población mundial”, explica Muñoz.


Por eso, a partir de ahora, lograr una alimentación sostenible, asequible, balanceada y saludable para la creciente población mundial, es un objetivo que se trabajará durante los próximos dos años con miras a la COP 30 que se realizará en 2025 en Brasil, donde los países involucrados deberán actualizar sus contribuciones nacionalmente determinadas, demostrando acciones concretas en la materia. “Esto genera un antes y un después, porque la COP nos ofrece un espacio para trabajar de forma concreta para que de aquí a 2025 estos temas se vean reflejados en números, impacto, calidad de vida, sistemas productivos y regulaciones. En la actualidad tenemos la urgencia de nutrir y alimentar de forma sustentable y saludable a una población que aumenta día a día, además de atender desafíos como la inseguridad alimentaria y migrar de un sistema alimentario que ha atentado con la naturaleza, el clima y el planeta, a uno que pueda ayudar a restaurarlo, mejorar el entorno natural a partir de los alimentos que se producen y cómo se consumen”, agrega Muñoz.


En la práctica, el rol de Gonzalo Muñoz consistió en liderar y participar de los equipos que redactaron ambos documentos (estados y actores no estatales) en procesos de consultas en todo el mundo; así como aunar y realizar seguimiento de los distintos actores comprometidos con esta meta mediante el llamado a la acción firmado por más de 200 actores no estatales en el décimo día de la COP. “Empresas, ciudades, universidades y ONGs celebran la declaración de los 159 países y lanzan este llamado a la acción para que efectivamente se cumpla lo prometido. Se trata de definiciones ambiciosas y progresistas, y tenemos 24 meses por delante para trabajar este macroproyecto global que hoy es más tangible y visible, lo que acelera el reto de cómo articular las alianzas público-privadas, tanto globales como locales, para facilitar una transformación real en la agricultura y los alimentos”, concluyó Gonzalo Muñoz. 


europapress