En Chile, la atención médica se ha convertido en un tema preocupante para la población. A pesar de los avances tecnológicos en el campo de la medicina, los procesos de atención siguen siendo lentos y burocráticos, lo que dificulta su acceso oportuno.
Además, la falta de modernización en los sistemas de citas y el requerimiento de que las personas acudan presencialmente para obtener un turno representan un obstáculo para aquellos que no pueden trasladarse fácilmente, dejándolos sin la atención necesaria y sin opciones para mejorar su estado de salud.
Uno de los principales problemas que enfrenta Chile en esta materia es la lista de espera. Lista, que entre los que esperan especialistas e intervención quirúrgica alcanzó la cifra de 2.473.175 personas. Sumando más de 6.000.000 de atenciones ambulatorias en espera, y sin fecha probable por saturación del sistema público.
La lentitud en los procesos de atención en Chile contrasta con los avances tecnológicos de la actualidad. En una era digital, donde casi todo se puede hacer en línea, resulta sorprendente que aun las personas acudan personalmente para obtener un turno. La tecnología ofrece la posibilidad de realizar citas médicas y consultas en línea, lo que agilizaría los procesos. La falta de implementación de estas soluciones tecnológicas perpetúa la barrera de acceso al sistema de salud chileno.
Esta situación provoca un empeoramiento de su condición de salud y una disminución de su calidad de vida. Ahora bien, en caso de poder optar a una atención en el sector privado, los altos costos asociados impactan negativamente en las finanzas de los pacientes, quienes se ven en la necesidad de asumir una mayor parte de los gastos médicos y por consiguiente no acceden a salud privada por no tener para pagar el alto co-pago, especialmente los afiliados a FONASA.
Más de la mitad del sueldo se va en gastos médicos, según datos de la misma Superintendencia de Salud, representa aproximadamente el 27% del ingreso total de las personas. Además, otros de los grandes problemas es el gasto en medicamentos, los grupos de menor ingreso en el país destinan cerca del 88%.
Estos datos revelan la desigualdad y la carga financiera que enfrentan los hogares chilenos en materia de gasto de bolsillo en salud. Es fundamental implementar nuevos modelos de gestión, reduzcan esta brecha y promuevan un acceso equitativo a la atención médica, garantizando la protección financiera de todos los ciudadanos, independientemente de su nivel de ingresos. Y estos nuevos modelos de gestión deben ser generados por los privados, puesto que el estado no lo ha logrado en 30 años, se ve difícil que lo logre en 6 meses.
Sergio Bustamante,
CEO de AMOL y Colabor@med