Sr. Director,
El último informe sobre financiamiento público para la gratuidad en la educación superior evidenció variaciones en relación con los recursos recibidos según los tipos de instituciones analizadas, y es una oportunidad para reconocer las diferencias existentes entre los alumnos que optan por diferentes tipos de enseñanza.
El año pasado la matrícula de los institutos profesionales representó casi un 30% del total, y el acceso a la gratuidad de este tipo de alumnos se encontró por abajo de ese porcentaje. ¿Podría decir esto que este tipo de educación -que tiene una alta empleabilidad considerando el déficit de 600 mil técnicos que presenta nuestro país- está influenciada por un porcentaje importante de personas que no acceden a gratuidad? ¿La participación activa de parte de estos estudiantes en el mercado laboral será lo que restringe su acceso a la gratuidad, y buscan en la educación herramientas para progresar? ¿Las metodologías de estudio online que no acceden a este tipo de financiamiento no son acaso las que muchas veces se adaptan mejor a sus necesidades?
Avanzar hacia el desarrollo y a una mayor equidad social requiere entender estas diferencias, para ofrecer mejores y diversas alternativas a los estudiantes.
María José Gutiérrez
Gerente general Grupo educacional Enovus.
