Un estudio avisa de que en 10 años hasta un 70% de los niños serán miopes y un 10% de ellos tendrá miopía magna

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Un estudio avisa de que en 10 años hasta un 70% de los niños serán miopes y un 10% de ellos tendrá miopía magna

La miopía ha aumentado a nivel mundial de forma significativa y se espera que para el 2050 más del 50 por ciento de la población mundial padezca esta condición, lo que podría significa que los próximos años un 60 o 70 por ciento de la población infantil será miope y un 10 por ciento de ellos desarrollará miopía magna, es decir tendrá más de 6 dioptrías, según los últimos datos aportados por la Universidad de Navarra que, junto a Multiópticas, ha lanzado el concepto 'Generación Borrosa'.



Para ello han puesto en marcha una campaña con el mismo nombre cuyo fin es llamar la atención, principalmente a padres y madres de niños en edad de padecer miopía, sobre la importancia de ser conscientes de que éste es un problema visual muy presente en la actualidad así como de transmitir el mensaje de que la miopía es una condición que se puede controlar y frenar.



El concepto 'Generación Borrosa' pretende referenciar y apelar directamente a un grupo de niños y niñas que no verán bien su futuro en caso no poner atención al control de la miopía. Esta generación destaca por ser nativos digitales, continuamente hiperconectados y haciendo un uso muy prolongado de las pantallas. "Esto les lleva a ser un grupo instantáneo y acelerado", advierten.



En cuanto a su relación con el entorno, "es llamativo como cada vez tienen menos relaciones interpersonales directas con sus familiares e incluso con otros niños y adolescentes de sus edades". Estas relaciones se caracterizan por estar mediadas a través del mundo digital, por Internet y las redes sociales, lo que da lugar a una comunicación corta, sencilla y breve.



Asimismo, afirman que el mundo digital les ayuda a combatir la soledad o a sentir alegría y placer; y, en cuanto a hábitos, todos ellos comparten que pasan al aire libre menos tiempo del recomendado. "Tienden a estar más "encerrados", dando lugar a una escasa e insuficiente actividad física diaria, además de ver alterados sus horarios de sueño", afirman.



Con este nuevo término, Multiópticas pretende apelar a un grupo de personas con unas características comunes y un estilo de vida similar, definiendo así a una nueva generación de la mano de Elisa Brey, profesora de sociología, opinión pública y del Máster en Estudios Avanzados en Comunicación Política, en la Facultad de Ciencias de la Información de la UCM, y de Marta Domínguez-Pérez, Profesora de sociología urbana y Directora de la Revista de Sociedad e Infancias, en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la UCM.



"La iniciativa de Generación Borrosa es una apuesta por las miradas del futuro y por la salud visual de toda una generación que está en peligro de padecer una condición visual que se puede evitar y prevenir. Queremos ayudar al público a realizar un ejercicio de concienciación y prevención de esta problemática que cada vez es más habitual", explica Carlos Crespo, director general de Multiópticas.



Los datos de la universidad evidencian también las consecuencias que puede tener en el día a día no tratar o prevenir la miopía de forma adecuada, ya que estos niños pueden llegar a sufrir otros problemas oculares graves en el futuro. Además se demuestra que la miopía es una condición compleja multifactorial donde además de encontrar factores genéticos y patológicos, el estilo de vida y los hábitos visuales juegan un papel esencial en el aumento y progresión de la condición.



Entre las recomendaciones recuerdan la necesidad de aumentar el tiempo en actividades al aire libre; potenciar ambientes en los que haya luz natural y moderar el tiempo de uso de pantalla. Además, en las horas de ocio y estudio, intentar descansar la vista de las pantallas con el método 20-20-06. Esto consiste en que cada 20 minutos hacemos un pequeño descanso de 20 segundos, mirando a más de 6 metros. Finalmente, la distancia a la que usamos dispositivos como móviles, ordenadores y tablets, así como la distancia a la que los niños leen y escriben no deberían ser nunca inferiores a 30 cm.




europapress