Rodrigo Serrano, vicepresidente corporativo de Innovación y Desarrollo de Wisetrack Corp.

Se acerca fin de año, pero, ¿A qué costo?

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Rodrigo Serrano


Se avecina fin de año y con él dos eventos muy esperados por todos y relacionados entre sí: Black Friday este mes y Navidad el próximo. El comercio ya empieza a prepararse para ambos acontecimientos en donde, según cifras entregadas por la Cámara de Comercio de Santiago, las ventas diarias durante los “Cyber” superan el 67% las de un día normal y durante los días previos a la Navidad la cifra sube a un 87% por sobre eso.


Para dar abasto a este significativo aumento de la demanda el comercio debe reforzar con anticipación su operación logística en áreas como transporte, reaprovisionamiento de centros de distribución y tiendas y procesos de última milla, por nombrar algunos. Esto, considerando que el 76% de los reclamos durante el último Cyber de octubre estuvieron relacionados con problemas de falta de stock y de entregas.


Todo esto implica un aumento considerable en la cantidad de camiones que mueven mercadería dentro y entre las ciudades, aumentando así “la oferta disponible” para las bandas delictuales que se especializan en el robo y asalto a camiones que se encuentran en ruta, haciéndose su propia Navidad durante los meses de noviembre y diciembre de cada año.


Para muchos el robo de mercadería de camiones pertenecientes a grandes empresas no es un tema preocupante para el ciudadano de a pie y tiene poca connotación social porque se asume que la carga está asegurada y al no haber daño físico a las personas, no es tan grave como un asalto a una casa particular o un portonazo a una familia. Si bien es cierto que es mucho más impactante, a nivel sicológico, el saber de una familia que fue amarrada y amenazada mientras delincuentes desvalijaban su propiedad, pero el asalto a camiones tiene una connotación social, que no es tan evidente pero que hace daño a la sociedad: el destino del dinero obtenido con la venta de la mercadería.


Al igual que con lo que sucedía años atrás con el robo a cajeros automáticos, el problema de fondo es que ese dinero termina utilizándose como financiamiento a bandas criminales para la compra de armamento, protección y drogas al por mayor, aumentando la peligrosidad, alcance y poder de fuego de estas organizaciones delictuales.



Es por lo anterior, que es tarea de toda la cadena logística y de la sociedad en general, el no minimizar la gravedad de los robos y asaltos a camiones, así como también es tarea de los transportistas y sus mandantes el contar con sistemas y protocolos que resguarden tanto la seguridad del conductor como del cargamento, solo así, trabajando en conjunto y asignándole la importancia que se merece podremos, entre todos, ir disminuyendo este tipo de ilícitos que solo contaminan más a la sociedad chilena.


Rodrigo Serrano, vicepresidente corporativo de Innovación y Desarrollo de Wisetrack Corp.


europapress