​Un Pacto Global por el Futuro de la Humanidad

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Hector Casanueva

“La humanidad se enfrenta a una dura y urgente elección: un colapso o un gran avance”, ha afirmado el Secretario General de la ONU en estos días, previos a la 77ª Asamblea General que se reúne en septiembre. En su propuesta entregada el año pasado a los estados miembros, con el título de “Nuestra Agenda Común”, detalla cómo la organización puede desempeñar un papel para asegurar los avances hacia un futuro mejor y la prevención de las amenazas estratégicas y existenciales.

Nada de esto es ajeno y podría ser ignorado por Chile, menos aun cuando nos encontramos en una encrucijada que definirá nuestro destino como sociedad, un futuro que no puede ser construido solamente de puertas adentro y al margen de lo que sucede globalmente. Nuestro país, como miembro activo e históricamente comprometido en iniciativas concretas para el progreso de la humanidad, puede ser un actor importante ante estos desafíos, que nos tocan y afectan como a todos.

“Nuestra Agenda Común” es una potente propuesta que está sobre la mesa y debe ser tomada muy en serio. Elaborada por la Secretaría General con la participación de más de un millón y medio de personas de todos los países, su foco está puesto en un horizonte más allá del cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030, con la urgencia de que la comunidad internacional tome conciencia y se haga cargo de los desafíos globales, de las amenazas estratégicas y existenciales y corrija el rumbo que nos está conduciendo a la extinción de la humanidad. Esto último, suficientemente dramático, es real y está bien fundamentado, aunque la falta de compromiso político de la comunidad de estados para asumirlo se asemeja a una tragedia griega, en la que todos los actores cumplen su papel para producir el trágico final.

Según el think tank The Millennium Project, de ”Nuestra Agenda Común” cabe extraer por lo menos cinco componentes de prospectiva estratégica que deberían ser parte de la tarea habitual de la ONU para responder a este enorme reto: 1. Creación de un “Laboratorio de Futuros”. 2. Realización de una Cumbre del Futuro en 2023 para un Pacto Global por el Futuro. 3. Contar con Informes periódicos de Prospectiva Estratégica y Riesgos Globales. 4. Un Consejo de Prospectiva de Multi-stakeholders. 5. Designar un Enviado Especial para las generaciones futuras. Asimismo, disponer de una Plataforma permanente de Respuesta a las crisis como las que estamos viviendo.

La idea contenida en “Nuestra Agenda Común”, de introducir de manera sistemática, permanente e integral la prospectiva en las tareas de la SG de la ONU, fue muy bien recibida por la comunidad de prospectivistas de todo el mundo. Especialmente, por los más de 4.500 académicos y científicos agrupados en el Millennium Project, la World Future Studies Association, la Asociación de Profesionales Futuristas, la Foresight Europe Network y la Red Iberoamericana de Prospectiva (RIBER), y los más de 200 de líderes que elevaron el año pasado una propuesta de creación en la SG de la ONU de una Oficina de Amenazas Estratégicas y Existenciales. Como contribución a “Nuestra Agenda Común” y sus pasos futuros, esta comunidad internacional participó de un Estudio Delphi en tiempo real (RTD) realizado con un panel de profesionales de 54 países, entre ellos varios miembros del Consejo Chileno de Prospectiva y Estrategia, que respaldó ampliamente las propuestas y que fue aportado a la ONU.

En septiembre la Secretaría General de la ONU señalará los pasos a seguir para su implementación. Unas ideas fueron adelantadas el 4 de agosto ante los estados miembros, señalando, entre otras iniciativas, que una Cumbre sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible y una Cumbre del Futuro serán "la mejor y última oportunidad" para gestionar y resolver los desafíos mundiales. De las cuales se deberían derivar compromisos concretos y no ser solamente unas reuniones internacionales mediáticas. Según Guterres, se debe actuar con premura, responsabilidad y capacidad prospectiva, ya que “el mundo ha pagado un alto precio por nuestras respuestas ad hoc a los recientes impactos globales, desde la pandemia de COVID-19 hasta la guerra en Ucrania. No existe una organización para reunir a las partes interesadas en caso de una crisis global de este tipo, las Naciones Unidas son la única organización que podría cumplir este papel”.

En este sentido, por ejemplo, el resultado de una Cumbre del Futuro exitosa en 2023 sería un Pacto de Líderes por el Futuro negociado intergubernamentalmente. En el corazón de este Pacto debería estar el compromiso de reforzar la capacidad de anticipación de la ONU, revitalizar el sistema multilateral y hacerlo apto para los desafíos de hoy y de mañana. Los Jefes de Estado y de Gobierno podrán comprometerse con este Pacto en la semana de alto nivel de la 77ª Asamblea General. En el caso de Chile, creemos que el presidente Boric, que tiene agendada su asistencia e intervendrá en el primer segmento de Jefes de Estado y de Gobierno que participarán, podría enviar una señal a la comunidad internacional del compromiso de nuestro país con esta agenda y la celebración de la propuesta “Cumbre del Futuro”.


Héctor Casanueva

Académico y ex embajador. Vicepresidente del Consejo Chileno de Prospectiva y Estrategia

Miembro del Comité de Planificación de The Millennium Project Global Futures Studies and Research

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