​Tecnología por y para las personas

|

A1

Hoy en día, si queremos comprar comida, lo hacemos a través de una aplicación. Si necesitamos un medicamento, también lo pedimos en una app para recibirlo en la puerta de nuestra casa dentro de pocas horas. Lo mismo pasa cuando queremos algún producto para el hogar o la compra del supermercado, incluso para mostrar el pase de movilidad usamos nuestros teléfonos celulares.

La pandemia nos hizo cambiar nuestra relación con la tecnología, nos acostumbramos a la instantaneidad de lo virtual y a ahorrar el tiempo que implicaba trasladarse de un lugar a otro más los largos minutos de espera en los trámites presenciales.

La tecnología desde sus comienzos ha brindado soluciones orientadas hacia las personas y enfocadas en optimizar el tiempo, pero el avance que vemos a nivel de usuarios individuales ha ido infinitamente más rápido que la implementación de la tecnología dentro de las grandes empresas, especialmente aquellas que tienen una alta dotación de personal.

Hasta hace no tanto tiempo, si un trabajador necesitaba pedir algo dentro de su propia empresa (un permiso de trabajo, un beneficio, asignación de alimentación, transporte, etc.), su única opción era ir físicamente hasta el departamento correspondiente, solicitar lo que requería, esperar que estuviera disponible y muchas veces acudir a una segunda instancia porque la primera no funcionó o no tenía la información en el momento.

Por suerte las organizaciones han entendido que esta burocracia es inútil y se están preocupando de implementar soluciones tecnológicas que van a la par de las tendencias de transformación digital que se viven en todo el mundo. Si una compañía maneja una gran cantidad de datos de un considerable número de colaboradores, es impensable que la información esté almacenada en papeles e incluso un Excel. Lo que hoy se requiere son plataformas centralizadas que puedan ser usadas por los propios trabajadores en el momento en que lo soliciten, tal como lo hacen con las aplicaciones en sus celulares.

Un sistema de este tipo, Business to Consumer (B2C) y abocado 100% al colaborador, cuenta con numerosas ventajas, entre ellas mayor optimización de los tiempos del trabajador y los equipos de recursos humanos, mejoras en el clima laboral y en la calidad de vida de las personas, además de fortalecer la reputación de la empresas en cuanto a innovación, adaptación tecnológica y vanguardia.

Larry Fink, CEO de BlackRock, en su carta de 2022 dirigida a los CEOs inversionistas de distintas partes del mundo, lo resume perfectamente: “La pandemia ha impulsado una evolución en el entorno operativo de prácticamente todas las compañías. Está cambiando la forma en que las personas trabajan y la forma en que los consumidores compran. Está creando nuevos negocios y destruyendo a otros. En particular, está acelerando radicalmente la forma en que la tecnología está reestructurando la vida y los negocios. Las compañías innovadoras que buscan adaptarse a este entorno tienen un acceso más fácil que nunca al capital para alcanzar sus visiones. Y la relación entre una compañía, sus empleados y la sociedad está siendo redefinida”.

Confíamos en que esta redefinición tendrá siempre foco en las personas, tanto los clientes como los equipos de trabajo presentes al interior de cada compañía.


Alfonso Bawarshi, 

CEO y Socio Fundador de Grupo Avanza

europapress