Las Pymes, la asignatura pendiente del país

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Tomas  Flores ok



Actualmente, las Pequeñas y Medianas Empresas (Pymes) juegan un papel fundamental para la economía del país, siendo un elemento vital en la implementación y creación de empleos, en un momento en que la tasa de desocupación ha alcanzado los 6,9% según el último informe del Instituto Nacional de Estadísticas (INE)

Sin embargo, y aun cuando constituyen un pilar clave en la estructura productiva de Chile, las Pymes enfrentan una gran cantidad de problemas, que van desde fechas de pago abusivas por parte de los proveedores hasta regulaciones diseñadas para las grandes corporaciones, lo que ha tenido como triste resultado que 8 de cada 10 emprendimientos en el país fracasen.

Durante esta semana, las Naciones Unidas celebran por segundo año consecutivo el Día Internacional de las Pymes, con el fin de apoyar la Agenda 2030 a través de la creación de empleo y el desarrollo económico. Y tiene total sentido, si consideramos que según los datos del Consejo Internacional para la pequeña empresa, este tipo de negocios, pertenezcan al sector formal o informal, representan más del 90% del total de compañías, generando entre el 60 y el 70% del empleo y siendo responsables del 50% del Producto Interior Bruto (PIB) a nivel mundial.

Mientras que a nivel local, y de acuerdo con la Quinta Encuesta Longitudinal de las Empresas del Ministerio de Economía, Fomento y Turismo, las Pymes abarcan el 52,5% del total de empresas y emplean al 38,7% de los trabajadores.

Con todo lo anterior, no hay duda de que en las Pymes hay un eje central del motor económico de Chile. Sin embargo, y pese a que han existido avances a nivel de Gobierno como la modernización tributaria o la ley de pago a 30 días, aun queda un largo camino por recorrer para generar un verdadero e importante apoyo. Y esto no sólo pasa por aporte de recursos, sino también por un tema de educación que les permita profundizar en aquellos aspectos clave para el éxito. Un ejemplo de esa baja capacitación es que muchas quedan en el intento de superar el llamado “valle de la muerte”, que es el periodo al inicio del emprendimiento en donde las ventas no son las esperadas y el acceso a capital fresco es muy restringido.

Por tanto, más que celebrar una efeméride, debemos conmemorar este día internacional decretado por la ONU como un llamado a incrementar los niveles de compromiso estatal, y también académico, para fomentar un sector productivo que es cada vez más protagonista en el desarrollo de la nación.


Tomás Flores

Director del Centro de Investigación Institucional de la Universidad Bernardo O´Higgins

europapress