Estudiante de la U. de Santiago crea app para organizar partidos

Francisco Romero es un enamorado del fútbol. Cuando entró a Ingeniería Civil Industrial en la Universidad de Santiago, el año 2013, se destacó de inmediato por traer el ADN del emprendedor y, al crear “Rivales para un Baby” -prototipo que permitía buscar rivales cuando un equipo ya estaba conformado-, comprendió los problemas que existen cuando se quiere armar un simple partido.

“Nos juntamos con unos amigos futboleros y en 6 meses investigamos el mercado, recabando información que me alentó a presentar mi tema para tesis”, cuenta Romero, CEO de FutGO, proyecto que fue parte del programa de Emprendimiento Lions Up de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Santiago.

FutGO funciona de la siguiente manera: si a un equipo le falta un jugador, la app lo consigue; y si les falta un equipo rival, la aplicación lo encuentra. Finalmente, también permite a sus seguidores reservar cualquier cancha asociada al sistema. “Nos reunimos con algunos complejos deportivos, para captar su interés y, ante la respuesta afirmativa, tomó forma el modelo de negocio”, afirma.

“Les organizamos 30 partidos en un mes, pero detectamos que el jugador quería las cosas fáciles, que la propuesta de valor fuera lo que les atrajera a dar más datos y así hacer fidelización”, agrega. Estos datos les permitieron acumular muchos porcentajes y números que fortalecieron a FutGO: de pactar amistosos, pasaron a organizar el “Primer Campeonato FutGO”, que se desarrolló con 10 equipos.

Proyección

El equipo de FutGO pretende quedar seleccionado en el concurso de innovación abierta de Entel. “Estamos terminando la etapa de validación comercial y ahora queremos digitalizar y automatizar las funciones que, ahora, son manuales. Necesitamos un mentor especialista en proyectos digitales y aplicaciones móviles”, indica el CEO.

Apoyados por la red de mentores del Departamento de Ingeniería Industrial de la U. de Santiago, recalca que el networking del programa de Emprendimiento Lions UP potenció su proyecto. "Lo mejor fue conversar semana a semana con los facilitadores. Eran gente muy capaz y con redes de contacto. Estas conversaciones son necesarias para robustecer la idea”, reconoce.

“Estamos solucionando un problema para muchos pichangueros y complejos deportivos”, concluye.