El desempleo constituye un serio problema en cualquier época para una sociedad. Es un resultado natural del estrechamiento de la actividad económica, como sucede con la pandemia que actualmente nos afecta y que lleva a un significativo deterioro en materia productiva.
Están muy claros los perjuicios que causa la suspensión que ha vivido la actividad del sistema escolar y educativo a todos los niveles. Están, desde luego, los perjuicios propiamente académicos, dado que en un gran número de casos hay ausencia de contacto suficiente del alumno con el sistema educacional, y eso provoca aprendizajes con severos retrasos respecto de la formación que debería estarse entregado.
La violencia no es modo de entendernos como sociedad. Siempre han de existir apreciaciones distintas y diversas propuestas respecto a nuestra problemáticas- Pero recurrir a la violencia para imponer esas ideas no es siquiera una vía de solución, sino que es el camino para profundizar las diferencias, alejar la posibilidad de salidas de entendimiento, y crear confusión y dolor entre las víctimas. Chile ya ha pasado por muchos episodios de dolor a lo largo de su historia, incluyendo guerras civiles y golpes militares.
El cambio de gabinete realizado el día de ayer contiene mensajes de dulce y de agraz. Por cierto era una medida que se anticipaba, dado que sobre el gabinete saliente pesaba la crítica sobre su débil su manejo político y en lo relativo a seguridad interna. Se ha dicho que el nuevo gabinete ha sido una forma de restaurar la unidad del conglomerado de gobierno, y de solucionar, además el problema que se percibía en Renovación Nacional divida como se observaba en dos sectores en pugna.
La ciudadanía sufre gran desorientación bajo la égida de ambiguas señales por parte del quehacer político. Los anuncios se tropiezan unos con otros, mientras que los debates de política pública son nebulosos, con argumentos generalmente parciales y sometidos a visiones puramente ideológicas.
Ya es un lugar común decir que la clase política “no da el ancho”, especialmente frente a las graves circunstancias que afectan al país y al mundo. Los conglomerados políticas están Inundados de discursos populistas, de airadas manifestaciones de inconsecuencia y de gran ignorancia en materias técnicas y políticas; ni siquiera se atreven a escuchar las voces de expertos.
La clase media chilena ha sido un segmento importante de la sociedad chilena, que constituyó ni más ni menos que el eje central de las políticas públicas a partir de los años 30.
Las últimas estimaciones del Fondo Monetario Internacional reflejan con singular crudeza la magnitud de la crisis productiva y financiera que está viviendo el mundo. Bajo el terrible impacto de la pandemia que nos afecta, todos los países experimentarán un descenso brutal en su producto, y el comercio mundial sufrirá una fuerte contracción de casi 12%, lo cual también impactará negativamente a los países.
Nuestra sociedad está inundada por una aplastante ola de desesperanza y aflicción. Las noticias sobre la evolución de la pandemia son cada vez más decepcionantes, haciendo que todos y cada uno miremos al futuro con desaliento.
Se ha consolidado un acuerdo político para favorecer una agenda fiscal cuyo norte es auxiliar a las familias que sufren las consecuencias de la recesión que nos afecta como resultado de la pandemia. Esa es una buena noticia, porque desde hace mucho se echa de menos el diálogo político que el país necesita en medio de sus dificultades y que la ciudadanía percibe como ausente.
o más probable es que el segundo semestre de las instituciones educacionales sea impartido a distancia, tal como lo ha sido el primero. El traslado de estudiantes a los recintos educacionales representa un problema en las actuales condiciones, las que seguramente prevalecerán también durante los meses venideros.
Poca duda cabe acerca del profundo impacto económico y social que nos ha traído la pandemia que padece el mundo. Las estimaciones del FMI pronostican una caída del PIB mundial de más de 6% en el 2020, y para Chile se anuncia una disminución de 5%.
La propuesta que han formulado un grupo transversal de economistas de oposición tiene el gran mérito de llevar la discusión sobre asistencialidad frente a la crisis desde un criterio basado en el corto plazo hacia el mediano plazo. Todos sabemos que la pandemia está azotando severamente la economía nacional, particularmente a los hogares en mayor desmedro económico.
Fue una pandemia de protesta sin propuesta la que atacó primero a Chile, que por desgracia facilitó el desarrollo de la pandemia sanitaria, teniendo como una manifestación evidente la actual profunda pandemia social.Ya ha sido dicho antes: mientras no se reconstituya el dañado tramado social de Chile, mientras no se reponga la credibilidad de los Poderes del Estado, mientras no se solucione aquello que es tan cierto “hay chilenos de primera y de segunda clase”, la pandemia social se seguirá profundizando.
Muchos observadores independientes parecen compartir la idea de que la oposición política al actual gobierno no ha cumplido un papel relevante en la actual situación.
La pandemia que afecta al mundo está determinando cambios profundos en los hábitos sociales, como también en las prácticas laborales. No es ya controversial el asegurar que la salida de esta pandemia no implicará la vuelta atrás a una normalidad que será imposible de recuperar.
La sociedad chilena está cercada por el miedo. Un miedo que invade a sus distintos estamentos sociales, grupos de edad, connotaciones geográficas o identificaciones valóricas.
La vuelta hacia una cierta “normalidad” ha sido el tópico que ha despertado discusión en días presentes. Recientes informes de entidades de investigación de la mayor seriedad, han indicado que tendremos que seguir conviviendo con la amenaza del COVID19 durante bastante tiempo más. Es decir, no existe ese panorama que imaginábamos al comienzo de esta pesadilla, en orden a que bastarían unos tres o cuatro meses para dar por superada la pandemia y volver a la misma vida de antes.
La situación económica es una dimensión muy reveladora del serio problema que ha traído la pandemia en todo el mundo. Las estimaciones domésticas ponían a la caída del PIB chileno este año 2020 a nivel de -2.5 a -3.0%. Recientemente el Fondo Monetario, con mayor información seguramente, ha lanzado la cifra de -4.5%, la cual, enorme como parece, es en realidad una de las menos drásticas pronosticadas para la región latinoamericana, donde México, Argentina y Brasil están cayendo a más de 5%.
El mundo vive una gran tragedia producto del Corona Virus. Nadie se habría imaginado que Paris llegara estar virtualmente cerrado, que Italia y España permanezcan asoladas por la infección, y que el propio EE.UU enfrente una crisis de proporciones en grandes ciudades, especialmente Nueva York donde el emblemático Central Park hospeda hoy un hospital de emergencia. Alemania, los países bajos y los nórdicos, además de Japón, enfrentan una situación grave, absolutamente inesperada para ellos.