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Patricio Herman |
Ante tal viveza, la municipalidad de Lo Barnechea que colinda con la de Vitacura, denunció la obscena situación en la Contraloría General de la República, ente que declaró que el actuar del Seremi de Vivienda y Urbanismo era contrario a derecho y por ello el particular alegó en la Corte de Apelaciones de Santiago que la burocracia le impedía ejercer su derecho de propiedad sobre un terreno en donde quería construir espectaculares residencias.
Estamos convencidos que Lavín nunca tuvo la decisión de construir viviendas sociales en el predio de 2,8 hectáreas que le pertenece a Las Condes y la demostración de ello es que los departamentos que formaban parte de los edificios que se reflejaban en la solicitud del anteproyecto ingresada en la Dirección de Obras Municipales de Vitacura no correspondían a ese tipo de viviendas, sino a otras de mejores características dirigidas a compradores que fueran sujetos de créditos en las instituciones financieras.
La Contraloría es muy explícita al ordenar en su dictamen que el futuro convenio deberá tener como único propósito el financiamiento y ejecución de las medidas de mitigación en el respectivo EISTU y su modificación, una vez que ésta se encuentre aprobada por la institucionalidad administrativa y que, muy importante, lo anterior bajo ninguna circunstancia implica que esa repartición pública asuma la responsabilidad legal de cumplir con las obligaciones emanadas del EISTU.
Para insistir en su gueto vertical, la inmobiliaria contrata a la oficina de abogados del ex contralor Ramiro Mendoza, 2 de cuyos socios interponen un recurso de ilegalidad en contra del alcalde que tiene el título de arquitecto, autoridad que por conocer la normativa sectorial, lo rechaza de plano, lo que significó judicializar el asunto, a pesar de que la instancia que le correspondía a la inmobiliaria era recurrir ante el Seremi de Vivienda y Urbanismo.
Esperamos que la nueva intendenta, a la luz de sus esclarecedores dichos, convoque a todos los alcaldes y directores de obras municipales para que en esta colapsada región, a partir de su mandato, no sea necesario que la ciudadanía siga denunciando actuaciones corruptas en el ámbito inmobiliario.
Lavín resolvió ejercer todas las acciones administrativas y judiciales para poder construir sus viviendas sociales en el predio de Vitacura y en base a que el terreno en Las Condes de la inmobiliaria Nueva El Golf no tiene la superficie necesaria para aumentar la constructibilidad del proyecto, apelará ante la Corte Suprema para que ésta resuelva sobre el fondo de la controversia.
Perfectamente pueden coexistir las universidades que lucran y las que no lucran, pero en los casos de las primeras, el Servicio de Impuestos Internos (SII) deberá cobrarles a ellas todos los impuestos que se derivan de sus utilidades.
Para obtener un permiso de edificación el dueño del terreno debe firmar una declaración jurada en orden a que él tiene el dominio del predio. Ante esta declaración falsa el Código Penal es muy duro, pero quien la firmó puede estar tranquilo debido a que el Ministerio Público no investiga de oficio.
El permiso de edificación se otorgó el 23/05/16, por lo tanto estando vencido el anteproyecto, indicándose en el formulario correspondiente que se trata de un negocio de 368 viviendas, con 237 estacionamientos y un local comercial, clasificado como equipamiento mediano. Pero, ¡oh sorpresa!, el anteproyecto respectivo, aunque los lectores no lo crean, dice que las viviendas son 296, con 744 estacionamientos, un supermercado, un apart hotel con 70 habitaciones, una universidad, que suponemos es la SEK, 2 oficinas y 48 locales comerciales y que el equipamiento se clasifica como mayor. Ante tanta discrepancia ¿a quién creerle?
El abogado Rajevic distorsiona los hechos al asegurar que la Contraloría había cambiado de opinión sobre esta materia, con el agravante de que los lectores de ese vespertino tienen que haber creído tal posverdad y la ministra Saball no tiene la razón cuando afirma que los dictámenes de la Contraloría tenían solo una connotación meramente formal. No es así, todos esos dictámenes iban al fondo del asunto.