![]() |
Cristián Garay |
Folclóricamente Trump dijo que los países se habían acercado para besarle el trasero, y luego dijo -ante criticas de senadores republicanos- que nadie sabe negociar como él. Ese estilo desenfadado es propio del presidente estadounidense. Para quienes han olvidado el pasado hay que recordar su participación en el programa El Aprendiz. En un marco antagónico, Trump se hizo famosa por su rescate a negocios que incluía la frase “estas despedido”.
Ni tan cerca que te quemes, ni tan lejos que te hieles. Esa frase del Siglo de Oro español puede servimos de pórtico para una perspectiva de las relaciones con Trump post victoria. Como dijimos anteriormente a la elección, era probable que Trump ganara porque el voto republicano resulta siempre subvalorado en las encuestas, por la inflación de expectativas emanadas desde Hollywood y sus estrellas (reflejada en la cobertura de medios y redes sociales), y porque la épica impuesta por Harris a su campaña, frente al precipicio de la opción Biden, cubrió la cobertura noticiosa, y hasta arrancó excéntricos ataques de patriotismo de la candidata demócrata a última hora. Por otro lado, la ideología identitaria que llevó a la creencia que las mujeres votan por el aborto o que los "hispanos" o "latinos" lo harían por antagonismo racial frente al predominio anglosajon, fueron desmentidos en sendos rechazos estaduales a proyectos de aborto y en el rpedominio republicano en el Senado y Camara de Representantes.
El pasado 8 de julio el Presidente de El Salvador, Nayib Bukele, advirtió al comercio acerca de la escalada de precios de alimentos. En su cuenta de Instagram escribió: “El libre mercado es un sistema en el cual los precios de bienes y servicios son regulados por la oferta y la demanda, y la competencia impulsa la mejora de la calidad y la reducción de precios.