Celulares en el aula: de la prohibición a la responsabilidad
Sr. Director:
Por estos días, la conversación en torno a la nueva ley que prohíbe el uso de celulares en los colegios ha generado un debate intenso entre familias, docentes y expertos en educación. ¿Es realmente necesario retirar los dispositivos del aula para mejorar la convivencia y el aprendizaje? debemos tener cuidado en no confundir la herramienta digital con el real problema. En medio de esta discusión, surge una pregunta urgente: ¿Cómo nos hacemos cargo de formar a nuestros estudiantes en un mundo digital?
La medida, que busca disminuir las distracciones, mejorar la interacción social y prevenir situaciones de ciberacoso, apunta a un problema innegable. No podemos cerrar los ojos ante el impacto que el uso desregulado de teléfonos ha provocado dentro de las comunidades educativas. Para muchos estudiantes, el celular se ha convertido en una extensión de su identidad, una fuente inagotable de estímulos, pero también de ansiedad, comparación social y sobreexposición. En ese sentido, la ley responde a una preocupación real. Sin embargo, prohibir no basta.
El colegio, como espacio formador, no puede limitarse a esconder el conflicto debajo de la alfombra. El desafío de esta generación no es vivir sin tecnología, sino aprender a convivir con ella. La prohibición puede ser un primer paso para ordenar la casa, pero la conversación de fondo -la más difícil y necesaria- debe centrarse en la digitalización responsable, un tema que no podemos seguir postergando.
La evidencia internacional es clara: los colegios que han logrado avanzar en convivencia digital y bienestar estudiantil no son aquellos que solo prohíben, sino los que enseñan, acompañan y modelan el uso consciente de la tecnología. Formar competencias digitales implica enseñar a los estudiantes a identificar información fiable, comprender los riesgos de la huella digital, regular su tiempo de pantalla, reconocer violencia simbólica y ejercer ciudadanía en entornos digitales. Nada de eso se aprende dejando el celular en una caja.
Por: María José Howard, Directora Académica Red de Colegios Cognita.
