"La carta nacional de acogida de la primera infancia establece que 'está prohibido exponer a un niño menor de tres años frente a una pantalla (teléfono inteligente, tableta, ordenador, televisión) dados los riesgos para su desarrollo'", han argumentado las autoridades galas en un comunicado difundido este viernes.
"Esta actividad consume mucha energía y genera pocos empleos e ingresos para la comunidad local", ha indicado la ministra de Digitalización y Administración Pública, Karianne Tung, para quien esta energía podría utilizarse de forma diferente.