En Chile, la minería representó alrededor del 14,6 % del PIB de forma directa y superó el 20 % al considerar encadenamientos productivos. Sin embargo, la dependencia de planillas Excel y la concentración del conocimiento en pocas personas han expuesto a las compañías a riesgos de errores, datos poco confiables y pérdida de continuidad operativa. “El conocimiento en minería suele estar muy concentrado; si la persona clave no está, se asumen supuestos que terminan en errores”, advirtió Marco Ponce, CEO de Sermaluc.
En el pasado, tareas como la planificación, el control presupuestario o el seguimiento de costos dependían de la interpretación individual y de formatos no auditables. Esto no solo generaba descoordinación y retrasos, sino también decisiones con información manipulable. “Cuando la data no tiene trazabilidad ni dueños claros, los principios básicos de veracidad y auditabilidad terminan en el basurero. Ahí las decisiones se toman confiando más en percepciones que en hechos objetivos”, agregó Ponce.
La digitalización ha permitido cambiar ese escenario. Sermaluc (quien tiene experiencia en la industria minera con clientes como Glencore), desarrolló plataformas que trasladan procesos críticos desde planillas aisladas hacia sistemas estructurados, auditables y disponibles en tiempo real. “Llevar la gestión a un entorno digital permite saber quién hizo qué, cuándo y cómo, garantizando que la información sea trazable, auditable y confiable”, destacó el CEO.
La industria minera, además de altos costos energéticos, enfrenta desafíos como escasez hídrica, falta de capital humano y presión regulatoria. En ese contexto, contar con gestión precisa y datos objetivos resulta clave para la competitividad. “La tecnología habilita velocidad y claridad en la toma de decisiones estratégicas. Hasta una PyME puede acceder hoy a herramientas que antes estaban reservadas solo a grandes corporaciones”, apuntó Ponce.
En 2025, la minería alcanzó una participación cercana al 55 % del total de exportaciones chilenas, según estimaciones recientes. Aunque el precio del cobre promedió alrededor de US $ 4,15 por libra en 2024, en 2025 el promedio anual alcanzó los US $ 4,31 por libra, según Cochilco, y el Gobierno proyecta US $ 4,28. Pese a este entorno volátil, las compañías que contaban con planificación digitalizada lograron proteger sus márgenes gracias a la disponibilidad de información consolidada y confiable.
Las soluciones de Sermaluc integran dashboards, reportes en múltiples idiomas y acceso remoto, permitiendo que áreas operativas y financieras trabajen con la misma información. Esto habilita decisiones ágiles, reduce riesgos y sincroniza equipos en procesos de alta complejidad. “Un minuto puede marcar la diferencia en una operación minera; la digitalización asegura trazabilidad y sincronía entre áreas, evitando que errores menores escalen en pérdidas estratégicas”, concluyó Ponce.