El primer ministro de Polonia, Donald Tusk, ha solicitado un recuento parcial de los votos de las últimas elecciones presidenciales para despejar las "dudas" sobre un proceso del que salió como vencedor del ultranacionalista Karol Nawrocki, crítico con las políticas del Gobierno.
"Allí donde haya dudas, contaremos de nuevo los votos", ha anunciado Tusk en declaraciones a la prensa en Varsovia, después de que el Tribunal Supremo polaco haya recibido unas 30.000 quejas por posibles irregularidades, según la agencia de noticias Bloomberg.
Tusk coincide con la versión inicial del Ejecutivo a la hora de concluir que "algo fue mal" en al menos 800 colegios electorales y la coalición gobernante ha deslizado posibles casos en los que a Nawrocki se le habrían atribuido sufragios dirigidos en realidad a Rafal Trzaskowski, alcalde de Varsovia y aliado del Ejecutivo.
Ambos candidatos quedaron a menos de dos puntos de distancia en la segunda vuelta, celebrada el 1 de junio. Con este resultado, la presidencia de Polonia seguirá en manos de un dirigente más cercano a las tesis del opositor Ley y Justicia (PiS), lo que anticipa futuros pulsos legales con el Gobierno de Tusk.