Dra. Andrea Sallés Académica de la Facultad de Odontología UNAB

Por qué no deberías enjuagarte los dientes después de cepillártelos

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Puede parecer una buena idea, pero enjuagar tus dientes con agua después de cepillarte puede reducir la efectividad de tu higiene bucal.


No enjuagarte después de lavarse los dientes ayuda a mantener el flúor y otros componentes activos, como la alantoína, la caseína fosfopeptida y aceites esenciales en contacto con los dientes por mucho más tiempo.


El flúor necesita tiempo para fortalecer el esmalte, prevenir caries, reducir la hipersensibilidad y aumentar el pH bucal. Cuando nos enjuagamos con agua eliminamos inmediatamente estos beneficios.


Sin embargo, en niños pequeños, en algunos casos, se recomienda enjuagar para evitar la ingesta excesiva de flúor, que puede ser perjudicial. En estos casos, un enjuague ligero puede ser beneficioso.


Si se decide usar un enjuague bucal, se sugiere optar por aquellos sin alcohol. Los enjuagues con cloruro de cetilpiridinio al 0.05% son recomendables, ya que ayudan a disminuir la inflamación y el sangrado de las encías. Estos enjuagues son especialmente útiles durante el embarazo para reducir riesgos como la preeclampsia, el bajo peso al nacer o los partos prematuros, y en tratamientos para la periodontitis y patologías periimplantarias.


Además, se aconseja evitar el uso de sustancias con triclosán, ingrediente prohibido por considerarse un pesticida. Además, no usar pastas dentales muy abrasivas ni cepillos con filamentos muy duros, ya que pueden provocar el desgaste del esmalte y la irritación de las encías. Ante todo, una correcta higiene bucal y visitas periódicas al dentista son fundamentales para prevenir problemas mayores.


Dra. Andrea Sallés

Académica de la Facultad de Odontología UNAB 

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