MADRID, 13 Nov. (EUROPA PRESS) El Gobierno de Irán ha afirmado este lunes que no da órdenes a los "grupos de resistencia" presentes en la región, ante las acusaciones vertidas contra Teherán por su influencia sobre el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) y el partido-milicia chií libanés Hezbolá en pleno conflicto en la Franja de Gaza.

"Hemos dejado claro muchas veces que los grupos de resistencia de la región no asumen órdenes de Irán. Tampoco emitimos estas órdenes", ha dicho el portavoz del Ministerio de Exteriores iraní, Naser Kanani, según ha recogido la agencia iraní de noticias Tasnim.

Así, ha resaltado que "Estados Unidos debe darse cuenta de que sólo es posible evitar una propagación de la guerra a otras regiones con un fin inmediato a la masacre (de palestinos), la retirada total del bloqueo humanitario (a Gaza) y la retirada de fuerzas militares (estadounidenses) de la región".

Kanani ha respondido así a las acusaciones contra Irán por su influencia sobre Hamás y Hezbolá, implicados en las hostilidades desatadas tras los ataques ejecutados el 7 de octubre por el grupo islamista palestino. Asimismo, Estados Unidos ha acusado a Teherán de estar detrás de los ataques ejecutados por milicias proiraníes contra bases estadounidenses en Siria e Irak durante las últimas semanas.

Por otra parte, el comandante de la Fuerza Aeroespacial de la Guardia Revolucionaria iraní, Amir Alí Hayizadé, ha manifestado este mismo lunes que el conflicto en Gaza se ha expandido ya a Líbano y ha advertido de que podría propagarse por más países de la región.

"Es probable que el alcance de los combates aumente aún más. El futuro no está claro, pero Irán está preparado para todos los escenarios", ha dicho, al tiempo que ha insistido en que los ataques de Hamás supusieron "una gran victoria estratégica" ante la que Israel ha respondido con "una masacre de niños en Gaza".

Hezbolá ha llevado a cabo decenas de ataques contra territorio israelí a través de la frontera con Líbano, lo que ha desatado enfrentamientos en la zona, ante el riesgo de una expansión del conflicto al país vecino tras las advertencias de Israel sobre una posible respuesta militar a mayor escala.

Los ataques ejecutados por Hamás dejaron cerca de 1.200 muertos y más de 240 secuestrados en Israel. Las autoridades de Gaza, controladas por el grupo islamista, elevaron el domingo a 11.180 los muertos, con 3.250 desaparecidos bajo los escombros, 28.200 heridos y 1,5 millones de desplazados, mientras que más de 180 palestinos han muerto a manos de las fuerzas israelíes o en ataques perpetrados por colonos en Cisjordania y Jerusalén Este.