Población ecuatoriana envejece

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Felix Pilay

El Censo Nacional de Población y Vivienda desarrollado por el Instituto de Estadísticas y Censo (INEC), ha mediado de 2022, y que los resultados obtenidos fueron presentados el 21 de septiembre de 2023, han causado controversias, debido a cuestionamientos de varios sectores ciudadanos, por cuanto se considera que la metodología empleada para el efecto no sería la adecuada, por los datos inexactos que evidencia.


Fundamentalmente las críticas vienen por las diferencias significativas en el total de la población ecuatoriana, una vez que, en julio de 2022, poco antes de que se iniciara el Censo Nacional de Población y Vivienda 2022, el INEC, reportó que, se había determinado que Ecuador tenía una población que alcanzaba los 18 millones de personas, según sus proyecciones realizadas a partir del crecimiento del índice poblacional, a partir del último censo realizado en 2010.


La información del INEC, que daba cuenta que, en julio de 2022, la población alcanzaba los 18 millones, para entonces era de conocimiento generalizado que Ecuador tenía 17,5 millones, con este número las entidades públicas nacionales realizaban su planificación anual; la sorpresa es que una vez que los resultados del censo último se han puesto en la mesa se establece que apenas son 16.938.986, los habitantes de este territorio.


Frente a las críticas, Roberto castillo, Director Ejecutivo del INEC, justifica y explica cuáles han sido las razones para que tal ajuste haya tenido lugar y se tenga en el país una ralentización en el ritmo de crecimiento de la población y ha resumido que se debe a factores demográficos como el decrecimiento de la fecundidad en los jóvenes que ahora se resistan a casarse y los que se casan no quieren tener hijos y si tienen hijos en los mejores casos es uno o dos.


Ecuador, al igual que otros países en el mundo enfrentan esta realidad, a la cual se la denomina “implosión demográfica”, que implica reducción acelerada de la población, contrariamente a lo que se hablaba a finales del siglo XX, de una “explosión demográfica”, que marcaba una tendencia acelerada del crecimiento poblacional, como consecuencia de un alto grado de natalidad que se presentaba muy por encima de la tasa de mortalidad.


Hoy es común ver como los nuevos grupos familiares que se conforman tienen un hijo, y en menor grado aquellas que tienen dos o tres niños, no así en el pasado, cuando las familias de la zona urbana tenían entre tres y cinco hijos, en la zona rural entre 5 y ocho niños, con lo cual los grupos familiares se conformaban entre 7 a 10 miembros en promedio.


Desde el punto de vista objetivo, es necesario mencionar que el problema de la implosión demográfica que vive el Ecuador al igual que otros países en el mundo tiene varias causas: una es el aumento de los niveles de pobreza, dos, la escases de plaza de empleo, tres, la pandemia, cuatro, el aumento de la violencia e inseguridad, lo que trae como consecuencia que las personas vean como la mejor opción de sobrevivencia a la migración ilegal; lo que ha convertido al Ecuador en el segundo país que más aporta a este fenómeno, después de Venezuela.


La migración ha dejado desolado al Ecuador, es común observar en la zona rural y urbano marginal que muchas casas están vacías, otras en donde vive la abuelita con el abuelito con uno o dos nietos y muchos ancianitos de ambos sexos abandonados, sus hijos se fueron, algunos regresan, otros envían dinero y otros simplemente desaparecieron.


Es por ello que, en el Censo el INEC ha detectado que ahora los hogares son más pequeños, con 3 o 2 miembros, que implica papá, mamá y un hijo o papá mamá y cero hijos, contrariamente a 1990, que se tenía hogares de 4 a 7 que implicaba, papá, mamá y dos hijos o papá mamá y 5 hijos y en promedio se establecía a las familias tipo era de 5 miembros, en el 2010, la familia tipo era de cuatro miembros, ahora a partir del último censo, la familia tipo comprenderá de tres miembros, papá, mamá y un hijo.


Habrá que determinar la efectividad del último censo, pues llama la atención lo pronosticado por la Naciones Unidas (ONU) en 2019, que sostenía que “en el Ecuador la población en 1950 a 1975 se duplicó, y en el 2010 se volvió a duplicar y se preveía que para el 2020 la población se quintuplicaría con relación al total observado en 1950 y para el 2020 al 2030, experimentaría una desaceleración y crecería solo el 40%”, contrariamente a esta proyección, el INEC demostró un proceso descendente.


Es preocupante lo que se evidencia en el censo 2023, en donde la población ecuatoriana experimenta una reducción significativa, en aproximadamente 1.100.000 habitantes, al mismo tiempo una disminución considerable de la natalidad, los jóvenes de ahora están envejeciendo, con lo que, si no se toma los correctivos adecuados en poco tiempo, habrá pocos niños, pocos jóvenes y concomitantemente se tendrá una población envejecida, con las consecuencias que esto conlleva.


Félix S. Pilay Toala

Profesor Universitario

Doctor. Economista, Magister en Administración Pública.

Presidente, RED ICALC, (Red de Investigadores Científicos de América Latina y el Caribe)

Pilayfelix071@gmail.com

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