​Estudio revela que una mayor persistencia intergeneracional de ingresos está relacionada con preferencias que van en contra de políticas redistributivas pro igualdad de oportunidades

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A pesar de ser el líder regional en PIB per cápita, Chile también es reconocido por ser uno de los países con mayor desigualdad de ingresos en el mundo, aspecto que puede ser el síntoma de un problema social más profundo: la persistencia intergeneracional del estatus socioeconómico; es decir, el alto grado de trasmisión de ventajas económicas desde los padres hacia sus hijos. Esto resulta preocupante, pues perjudica la productividad del país y la justicia social.


Un alto nivel de persistencia socioeconómica entre generaciones implica ineficiencias en los mercados laborales o de capital, pues el desempeño económico de las personas no se relaciona con sus habilidades, productividad, esfuerzo o creatividad, sino más bien con las condiciones económicas del hogar donde se nace, señala el artículo Intergenerational earnings persistente and the provision of public goods: evidence from Chile’s constitutional process, de los académicos del Departamento de Control de Gestión y Sistemas de Información de la FEN U. de Chile, Juan Díaz y Pablo Gutiérrez, publicado en The Journal of Economic Inequality.


“Una forma de disminuir la persistencia económica intergeneracional, es contar con una mayor participación del Estado en términos de formulación e implementación de políticas públicas redistributivas, que apunten a la provisión de bienes públicos relacionados a la igualdad de oportunidades. Debido a que estas deben ser financiadas por medio del pago de impuestos, cabe preguntarse si las personas desean una mayor participación del Estado, para resolver esta problemática, cuando el nivel de persistencia económica intergeneracional en un país es alto”, sostiene el documento, que se centra en responder esa interrogante.


Medida de persistencia de ingresos

Para el análisis, los investigadores desarrollaron un modelo teórico en que el sector público se financia a través de impuestos proporcionales, y que predice una menor provisión de bienes públicos, ante un aumento del grado de persistencia económica de una generación a otra. Luego, evaluaron empíricamente las predicciones de este modelo, al cuantificar la relación que existe entre movilidad intergeneracional de ingresos y proxies de preferencia por bienes públicos, que deberían aumentar la igualdad de oportunidades, con datos a nivel comunal.


El grado de movilidad intergeneracional se midió por comuna, utilizando el indicador elasticidad intergeneracional del ingreso (IGE, por sus siglas en inglés). A mayor IGE, mayor grado de persistencia intergeneracional. Luego, para construir la medida de persistencia económica por comuna, se utilizaron datos administrativos de ingresos formales del seguro de desempleo, Registro Civil y Mineduc.


Para proxies de preferencia por bienes públicos -que deberían aumentar la igualdad de oportunidades-, se utilizaron los resultados del plebiscito de entrada del 2020, el que preguntó sobre el reemplazo de la Constitución vigente por una nueva, que permitiría expandir el rol del Estado en la provisión de bienes públicos, pudiendo resolver problemas sociales como educación, salud y pensiones. En este aspecto, el estudio argumenta que el voto por el apruebo indica un deseo por una mayor provisión de bienes públicos.


Resultados

El estudio revela que existe una relación positiva entre la persistencia intergeneracional (menor movilidad intergeneracional) y el voto por el rechazo. Al relacionar el IGE y la proporción de votos en contra de una nueva Constitución, este señala que “un aumento de un punto porcentual en el IGE está relacionado con un aumento de 0,5355 puntos porcentuales en la participación del voto en contra de una nueva Constitución”.


Esto quiere decir que en las comunas que presentan mayores índices de persistencia intergeneracional, como Lo Barnechea, existe una mayor proporción de votantes que votaron rechazo, y, por tanto, tienen un menor deseo de provisión de bienes públicos. “En la Región Metropolitana, las dos comunas con mayor movilidad son Lo Espejo y La Pintana, donde en ambas el rechazo fue de un 11.26%. En cambio, las comunas con menor movilidad correspondena Lo Barnechea, donde el rechazo obtuvo el 65.1% y Las Condes fue de 55%”, sostiene el académico Pablo Gutiérrez.


“Al diferenciar entre el apoyo de los municipios pobres y los sectores ricos a la redistribución, los ricos se benefician de la persistencia del ingreso, ya que esto significa asegurar su riqueza, y, por lo tanto, rechazan la redistribución, mientras que los pobres no se benefician de la persistencia con la misma fuerza y, por lo tanto, no rechazan tanto la redistribución a través de la intervención estatal”, explica el documento.


El estudio, además, sostiene que en comunas con mayor ingreso medio la correlación entre persistencia y voto por rechazo es mayor que en comunas de ingresos medios o bajos, lo que sugiere que comunas con mayor persistencia intergeneracional y más ingresos desean menos bienes públicos. Finalmente, muestra que la relación entre persistencia y voto por rechazo es más fuerte en comunas más desiguales (medida como mayor índice de Gini), que en comunas con menor desigualdad económica.


También, se analizaron factores como el hacinamiento, la proporción de inmigrantes y la tasa de desempleo. El hacinamiento y la proporción de votos en rechazo a la nueva Constitución se asocian negativamente, lo que sugiere que los municipios que enfrentan condiciones de vivienda precarias podrían estar más inclinados a apoyar el cambio constitucional. De igual manera, “la proporción de inmigrantes está negativamente relacionada con la proporción de votos en contra de una nueva Constitución y, por tanto, a un menor deseo por bienes públicos”, indica.


De igual manera, los autores descubrieron una asociación positiva y significativa entre gastos fiscales ejecutados por los gobiernos locales y la proporción de votos en contra de una nueva Constitución. “Una alta participación sugiere que más votantes de bajos ingresos en las urnas prefieren una mayor redistribución”, indica.


europapress