​Startup chilena Ciudad Luz llega a Colombia y proyecta instalar paneles solares de hasta 30 mega watts

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En 2013 nació Ciudad Luz, un proyecto creado por cuatro jóvenes profesionales pusieron sus ojos en cómo llevar a un nuevo nivel la forma de aportar en el mercado eléctrico en Chile. El objetivo principal fue poder desarrollar proyectos de energía solar accesibles para todos, a través de innovadores modelos de negocio y resolver el financiamiento para los clientes, y con ello, generar una alternativa real para intensificar el uso de energía solar fotovoltaica (FV) en todos los rincones del país, y así des estigmatizar la idea de que la instalación de paneles solares es cara y solo para algunos.

Hoy buscan apoyar a la ciudadanía frente a la coyuntura del alza del precio de la luz, para que más gente se sume al modelo. Ya tienen 330 clientes del sector residencial, y quieren hacer 500 casas este año, mil el próximo, y 2.000 casas al año en tres años más.

Desde 2017 a la fecha, han invertido cerca de US$ 20 millones y tienen unos 100 proyectos de paneles solares instalados en compañías industriales y comerciales en Chile y Colombia, con una capacidad instalada de 20 mega watts de potencia. Todos ellos generan 32 mil megawats hora al año.

A través de Gasco Luz la meta es ambiciosa: instalar 30 mega watts por año, todos los años en Chile y Colombia. “Actualmente estamos visualizando el negocio también en Colombia, sobre todo por las rebajas tributarias por instalar energía solar, y porque las casas consumen mucho más que en Chile por el mayor uso del aire acondicionado durante el día”, Tomás Steinacker, gerente comercial y fundador de Ciudad Luz.

Y agrega: “Al tener cientos de pequeños activos en muchas casas, necesitamos poder mirarlos todos al mismo tiempo y tener la capacidad de administrar de manera remota todos estos activos gracias a la digitalización. Para eso estamos en un aumento de capital en curso; un socio que estuvo en Miami con inversionistas ángeles que buscan soluciones para el cambio climático, y que luego se fue a Israel”.


Un panel en cada casa

A inicios de la década pasada, los hermanos Tomás y Matías Steinacker, mientras estudiaban en Londres, se dieron cuenta de que en muchas casas y comercios tenían sus propios paneles solares. “Si se puede hacer en un lugar donde casi no hay sol todos los días y con millonarios subsidios, con mayor razón se puede hacer en Chile, donde el principal subsidio es que hay vastas zonas con sol casi todo el año”, pensaron. Y así partió lo que hoy es Ciudad Luz, primero como un emprendimiento familiar, que busca democratizar el acceso a la energía eléctrica generada con el sol.

Al principio sumaron a su otro hermano, Andrés, y a su amigo José Opazo, con el objetivo de desarrollar grandes plantas solares, pero no tenían la espalda financiera para ello, ni creían en el modelo de tener una gran planta en el desierto que abasteciera a pequeños consumidores en el centro del país.

Ellos, tenían otra visión: “Si voy a una casa y les digo que pongan paneles solares, pero tiene que gastar 3 ó 4 millones de pesos para resolver algo que ya tiene resuelto con su compañía de luz, no cuajaba mucho. Lo mismo con la industria. Si uno va a una viña y le dice que invierta 200 millones en una planta solar, te dicen que no, porque prefieren priorizar invertir en sus vinos”, explica Tomás Steinacker. Y entonces, empezaron a pensar cómo lo solucionaban.

En 2014 había algunos subsidios de la Comisión Nacional de Energía y de Corfo para el sector agroindustrial, y con eso pudieron validar la tecnología. De esta forma, convencieron a los primeros clientes: Unifrutti, una exportadora de fruta, y la Viña San Pedro Tarapacá, fueron los primeros contratos para instalar paneles en sus campos. Ciudad Luz se encargaba de toda la inversión e instalación de los paneles y les vendía la energía directamente a las empresas, a menor precio que si la compraban desde el sistema interconectado nacional. Ni la agrícola ni la viña ponían un peso.

Para financiar este proyecto, necesitaban mucho capital inicial. Entonces lograron ingresar a inversionistas ángeles, como la familia de Mario Pavón, que era el presidente de Sonda, y luego se sumaron otros socios, como José Antonio Berríos, CEO de Broota; Jordi Gaju, director de empresas y ex gerente finanzas de Falabella; Jorge Poblete, CEO de WE Technologies y ex subsecretario de Educación; Cristián Tala, ejecutivo de EVO Payment y fundador de Pago Fácil, además de Juan Ricardo Inostroza, exejecutivo de AES Gener y ex CEO de LAN y actual CEO de Casa Ideas, José Luis Rodríguez.

Entre 2015 y 2017 se juntaron con fondos de inversión y con todas las empresas eléctricas para invitarlos a participar en el negocio. Pero encontraron un aliado donde no lo esperaban, una empresa de combustibles fósiles como Gasco. “Ellos estaban en la búsqueda de una transición energética. Saben que no van a poder vender gas por 200 años más, y creamos una sociedad en conjunto que se llama Gasco Luz, que es el vehículo a través del cual financiamos todos estos proyectos solo para empresas”, apunta Steinacker.

Una vez que el negocio con empresas ya estaba cubierto gracias a la alianza con Gasco, quisieron llevarlo a las casas. El año pasado se lanzaron y empezaron a comercializarlo masivamente en el sector residencial, pero con un modelo distinto. ”En vez de pedirle al cliente el monto total para el sistema solar y su instalación (entre 3 y 4 millones de pesos), ellos prestan el dinero en un crédito de entre 18 y 25 años, el que se va pagando con los ahorros en la cuenta de la luz”, cuenta Steinacker.

El experto lo explica así: “Si tenías una cuenta con Enel de $ 60 mil, después de tener los paneles va a ser de $ 10 mil en promedio mensual. El modelo de Ciudad Luz es que el crédito sea menor a las $ 50 mil que se está ahorrando. Entonces, el crédito es por $ 30 mil que tienes que pagar a Ciudad Luz todos los meses, y en el ejercicio final te ahorras $ 20 mil. Además, el modelo considera garantías extendidas.”.

Ciudad Luz apunta a que soluciones como esta podrían crecer mucho más rápido si la regulación avanzara a la par. “A las nuevas propuestas del Estado, si bien aportan, les falta mucho para estar ad hoc para los sistemas modernos y digitales de energía. La aspiración es que si tienes paneles en tu casa, le puedas vender energía a tu vecino. También regular el uso de baterías para guardar la energía solar y usarla en la noche. Desde el gobierno de Bachelet II está ese proyecto en carpeta y no se ha logrado sacar”, argumenta Tomás Steinacker. 

europapress