​Semillas de un fundador innovador

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Gonzalo Jimenez


Ese hombre es Pedro Reisz Rottenberg. Ya no está físicamente con nosotros, pero su legado lo trasciende y nos permite hoy honrar a muchos que hacen aportes por dejar el mundo mejor que el que encontraron cuando llegaron. Pedro fue empresario destacado por sus cualidades humanas y que, pese a las adversidades propias de la vida, fue capaz de desarrollar la triada virtuosa de empresa familiar, emprendimiento e innovación.

Sus inicios los marca una historia similar a muchas familias que debieron emigrar para salvar sus vidas. Él era muy pequeño cuando sus padres se enteraron de que en Bucarest había un cónsul de un país latinoamericano que daba visas a judíos. Primero los rechazaron, pero después del terremoto de Chillán se abrieron las puertas: las habilidades como trabajador textil de su padre les dio una segunda oportunidad. En 1939 se embarcaron en el vapor italiano Virgilio rumbo a Chile. Casi es leyenda cómo en los primeros años el sueldo semanal de sus padres les permitió comprar palos e ir construyendo el primer telar. Luego, vendrían el trabajo conjunto de sus progenitores para hacer frazadas: uno tejía y el otro cortaba y cardaba las telas para luego cocerles la clásica cintas de seda en el borde.

Reicotex es la empresa que fundó su padre en 1941 y que él a los 18 años tuvo que tomar sus riendas. Pedro sabía que haciendo frazadas no llegarían lejos. Por eso siguieron tejiendo y probando con telas para distintos usos ¡hasta llegar a las telas técnicas! Hoy fabrican más de 200 tipos de filtros para distintos usos que se exportan a distintas partes del mundo. Lograrlo implicó no solo mucho trabajo y diversas caídas/aprendizajes, también fue necesario poner en juego cualidades que Pedro tenía en abundancia: capacidad de reinventarse, humildad para aprender junto a otros, pasión, convencimiento y respeto por las personas.

Pedro es de esas semillas que al germinar hechan raíces por muchas partes. Lo digo no solo porque su empresa Reicotex hoy es líder en su rubro, sino también por la forma de construir su legado. Su pasión por generar nuevas formas de hacer las cosas, valentía para experimentar modelos de negocios distintos y perseguir con dedicación el objetivo son una enseñanza que traza el camino a seguir para su familia.

Dicen por ahí que “una vida se hace con otras vidas”, por eso agradezco que mi vida se haya cruzado con la suya. Nuestro último encuentro fue en la Radio Agricultura en que lo tuvimos como invitado. Ahí nos dijo: “la gente tiene que volar, ser imaginativa y atreverse a crear. Siempre hay algo nuevo que otro no ha visto, innovar es lo que nos va a salvar”.

Los que nos quedamos tenemos la tarea de seguir aprendiendo, afortunadamente tenemos la inspiración de personas como Pedro. Un abrazo infinito a su familia, especialmente a su esposa y gran compañera Emilia Kleiner Hamer.


Gonzalo Jiménez Seminario

CEO Proteus Management, Governance & Effectuation

Profesor de ingeniería UC & CGCUC

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