Prospectiva Climática

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Luis Riveros (columnista)El problema climático se ha transformado en una poderosa herramienta política sobre la base de su innegable trascendencia en el contexto del largo plazo. Es evidente que éste es un problema de la mayor importancia para las nuevas generaciones, las cuales deberán vivir en un mundo muy diferente si continúa el actual proceso de degradación ambiental y calentamiento global. Las consecuencias en cuanto a calidad de vida y existencia de crecientes diferencias en materias sociales son de imaginar, así como el daño a las especies animales y vegetales. Por eso es lógico pensar que los jóvenes sean los actores más activos en protestar ante la actual situación, requiriendo propuestas y soluciones de parte de un mundo político centrado en el más irremisible cortoplacismo, que le impide ver las nefastas consecuencias que tiene la actual situación para la vida humana y la sustentabilidad de la vida en el planeta. Es penoso eso sí, ver como a los jóvenes se les inculca certezas que sólo culpan del actual estado de cosas al gobierno de turno, al sistema capitalista o a cualquier cosa que haga sentido como una consigna. O sea, se está tratando de convertir un planteamiento de preocupación dirigido hacia el largo plazo, en una plataforma política con mirada de corto plazo. A pesar de todo, todavía no está claro, del punto de vista científico, cuáles son las causas directas e indirectas del calentamiento global y de la actual situación climática; hay posiciones encontradas en cuanto a las causas últimas de los fenómenos que estamos viviendo. Pero las posiciones ideológicas aparecen prestas a brindar todas las explicaciones para atribuir el problema al “sistema” vigente, o bien para negarlo como una farsa montada por grupos interesados. En un tema tan delicado y con imprevisibles consecuencias negativas, es importante que los líderes políticos pongan atención a lo que digan los cientistas, y actúen en forma consecuente. Lo que no es aceptable es que sean los gritos de protesta o el aislamiento de los líderes políticos frente al problema, los caminos para enfrentar las consecuencias del cambio climático en curso. La promesa fácil y los gritos exigiendo castigar culpabilidades, son avenidas poco promisorias para enfrentar con efectividad el problema vigente. Los jóvenes también deberían incluir en su protesta, la necesidad de que todos (ellos incluidos) debemos hacer esfuerzos por proteger al planeta.


Prof. Luis A. Riveros

europapress