​Se vende una de las islas Malvinas con sus miles de pingüinos

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Pinguinos

Tiene una extensión de 32 kilómetros por 6, el espacio suficiente para que correteen por ella decenas de miles de pingüinos de cinco especies distintas. Aunque no son los únicos habitantes. Hay leones marinos y más de 42 tipos de aves. Por eso Pebbles Island, una de las islas Malvinas, es un espacio natural protegido. "Es un lugar increíble", ha asegurado su actual propietario, Sam Harris, a la cadena BBC . "Pero no podría estar más lejos". La isla pertenece a su familia desde que la comprara su tatarabuelo hace 150 años. Concretamente en el año 1869 cuando pagó por ella alrededor de 500 dólares. Su idea fue empezar un negocio de pescado curado, aunque con los años amplió su empresa a distintas actividades agrícolas. Pebbles cuenta hoy con una turbina eólica y paneles solares, además de una granja con más de 6.000 ovejas, 126 cabeza de ganado y pingüinos, muchos pingüinos.

"Solía pasar horas mirándoles", dice Harry que solía veranear en la isla cuando era pequeño. Su familia gestiona la granja desde el Reino Unido, país que administra el archipiélago si bien Argentina sigue reclamando su soberanía. De hecho, este conflicto vivió uno de sus capítulos clave en Pebbles, lugar del primer enfrentamiento armado en tierra de la guerra de 1982, cuando las fuerzas británicas desembarcaron por la noche para inutilizar once aviones argentinos. Según la familia Harris, mucha gente ha estado esperando durante años a que la isla saliera a la venta, pero es muy difícil calcular su precio. Lo que sí tiene claro es que "un extranjero tendría que ofrecer una cantidad sustancialmente mayor que un isleño para que aceptáramos su oferta". El candidato podría ser una persona interesada en el negocio de las ovejas, pero también alguien interesado en desarrollar turísticamente la isla, donde ya hay varios lodges turísticos. Ni hay que olvidar que Pebbles tiene una larga playa de arena de 6,5 kilómetros de largo. El problema, claro, es llegar a este lugar. Hoy por hoy, la conexión con el mundo se hace a través del barco Concordia Bay, que deja suministros en Pebbles cada seis semanas. O a través del vuelo de 45 minutos que une la isla con Stanley, la capital y ciudad más grande de las Malvinas.(www.elmundo.es)

europapress