Un día después de que se confirmase de manera "clara", con análisis genéticos, que Prigozhin viajaba en el avión que se estrelló el pasado jueves en la región de Tver, Peskov ha defendido que se han seguido todos los "procedimientos legales" para completar el proceso de identificación.
Para la Inteligencia británica estas cifras suponen "uno de los episodios más sangrientos de la historia militar moderna". A su vez, considera probable que una "cantidad significativa" de los últimos convictos que fueron reclutados acepten seguir combatiendo para Wagner, apunta en un breve informe publicado en Twitter.
Afirma que estos aparatos operan por seguridad en espacio aéreo ruso, fuera del alcance de los sistemas antiaéreos ucranianos
"La rebelión de Prigozhin es un desafío sin precedentes a la autoridad del presidente Putin, y está claro que están surgiendo grietas en el apoyo ruso a la guerra", ha declarado en un comunicado leído ante la Cámara de los Comunes.
Los servicios de Inteligencia británicos subrayan que "la mayoría de las fuerzas del Grupo Wagner se han retirado de Bajmut"