Federico dos Reis



Federico dos Reis

La inteligencia artificial (IA) llegó para quedarse y no solo eso. Busca transformarse en protagonista de nuestro presente y futuro cercano, transformando y revolucionando cada ámbito de la vida. Está en el centro de la discusión donde sociólogos, filósofos, expertos en tecnología, políticos y muchos otros, analizan cómo aprovechar las oportunidades que genera y los beneficios que podrá brindarle a la humanidad.

Hace décadas que la IA está entre nosotros, pero este último tiempo los avances son abrumadores y nos hacen repensar los límites de la humanidad y nuestro entendimiento del mundo que nos rodea. En noviembre de 2022 la aparición del ChatGPT generó un cambio disruptivo en cómo percibimos la IA y los alcances que esta podría tener. Hoy pocos dudan que esta innovación basada en un modelo de aprendizaje automático de lenguaje sea algo aislado, sino que es una disrupción más de muchas que se vienen a pasos agigantados.

El término inteligencia artificial (IA) siempre ha sido fuente de confusión y controversia. No existe un mainstream que oriente la discusión.

Donde mis ojos te vean dice el refrán. En la comodidad de nuestros hogares solemos estar seguros; Sin embargo, una simple llamada telefónica puede alterar nuestro estado financiero en un abrir y cerrar de ojos.

La transformación digital que está viviendo la sociedad, acelerada por la pandemia, ha provocado un aumento exponencial del intercambio y almacenamiento de datos, disparando como nunca antes la digitalización de los procesos de compra, entre otras actividades.

Generalmente se cree que los procesos productivos en la industria del cemento son los únicos factores responsables de la generación de gases de efecto invernadero (GEI). Sin embargo, el transporte y la logística, asociados a este rubro, también son una fuente importante de generación de GEI y de contaminantes atmosféricos que pueden ser reducidos gracias al uso de software con inteligencia artificial.