La Comisión Europea ha dado este viernes luz verde a la compra del portugués Novo Banco por el banco francés BPCE, al concluir que la operación no tendrá un impacto negativo en el espacio económico europeo.
El grupo francés formalizó el pasado octubre un acuerdo con el Estado portugués y el Fondo de Resolución Bancaria de Portugal para adquirir sus participaciones minoritarias del 11,5% y 13,5%, respectivamente, en el capital de Novo Banco por un importe total aproximado de 1.600 millones de euros.
Con la compra de este 25% del capital, la entidad gala se convierte en el único accionista del cuarto banco más grande de Portugal, después de adquirir previamente el 75% de Novo Banco en poder del fondo estadounidense Lone Star.
El Ejecutivo comunitario ha concluido que la adquisición del control total del banco portugués por BPCE no plantea problemas de competencia porque las posiciones combinadas de mercado que resultarán de la compra serán "limitadas".
El expediente, que le fue notificado a Bruselas el pasado 12 de noviembre, ha sido examinado bajo el procedimiento simplificado de los casos menos problemáticos.