Acompañamiento digital: un aprendizaje de padres e hijos con diálogo y escucha activa para el bienestar en internet

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La responsable de Asuntos Públicos de Meta, Hélène Verbrugghe, en el evento 'Rumbo compartido: a acompañar también se aprende'

Las familias tienen el papel más importante en el bienestar de los adolescentes en entornos digitales, lo que destaca la necesidad de que cuenten con las herramientas y los conocimientos necesarios para acompañarlos en el acceso a la tecnología y el uso de las redes sociales, los videojuegos u otros servicios, para que pueda ser gradual y enmarcado en un diálogo constante entre padres e hijos.



Al igual que se acompaña a los hijos físicamente para que aprendan a desenvolverse por sí solos y a recurrir a los adultos cuando necesitan ayuda, también hay que acompañarlos digitalmente, en entornos se que han convertido en una parte muy importante de su vida.



Para ello, hay que tener claro que "acompañar no es invadir", como ha asegurado la directora general de Meta para España y Portugal, Irene Cano. "Hay que estar presentes, pero sin ser invasivos; hay que apoyar, pero sin juzgar", ha añadido, incidiendo en que se trata de una "labor conjunta" entre las instituciones, las empresas tecnológicas, los expertos y las familias.



Los padres "están preocupados" porque "ellos también tienen retos a la hora de acompañar a sus hijos en línea. Tienen muchas preguntas sobre los contactos con los que se relacionan, sobre el contenido que pueden ver y sobre el tiempo que pasan en línea", ha señalado la responsable de Asuntos Públicos de Meta, Hélène Verbrugghe.



Para tratar de arrojar luz sobre cómo abordar este tema en casa, el evento 'Rumbo compartido: a acompañar también se aprende', organizado por Meta, ha reunido este martes a cuatro voces expertas en educación digital, que han aportado su experiencia en educación digital y como madres.



'MODO ADOLESCENTE': ENTENDER A LOS ADOLESCENTES EN LA ERA DIGITAL


En un primer panel, centrado en los adolescentes, Diana Al Azem, educadora y fundadora de Adolescencia Positiva, ha subrayado el hecho de que los adolescentes de hoy no son diferentes a los de hace 30 años, sino que lo que ha cambiado es el contexto. "Todos los adolescentes comparten características, como "la curiosidad, los impulsos, la rebeldía, la necesidad de pertenencia. Lo que pasa es que de alguna manera en esta era digital todo esto se amplifica", ha apuntado.



Laura Cuesta, experta en educación digital para las familias, ha destacado el efecto que la regulación y el control basado en la prohibición tiene en los menores: "Al final, o bien adolescentes y jóvenes pierden autonomía, porque sienten que hay unos filtros y unos bloqueos y que ellos no pueden decidir" o bien "aumentan los riesgos, porque aparece esa rebeldía propia de la adolescencia que precisamente lo que quiere es saltarse todos esos filtros, esas prohibiciones y restricciones".



"Padres y madres tienen que entender que se tiene que pasar del control al acompañamiento", ha asegurado Laura Cuesta, una idea que comparte Diana Al Azem, y cuya importancia ha puesto en valor al señalar que los niños y adolescentes de hoy, pese a que les considere nativos digitales, no lo son.



"Realmente un niño no es nativo, ni entiende, ni comprende, ni sabe gestionar ningún dispositivo móvil. Al final todos, tanto los jóvenes como los adultos, somos aprendices digitales", ha dicho. Y en ese acompañamiento, es importante "que haya un diálogo abierto" entre padres e hijos.



Aquí surge uno de los problemas que dificultan ese acompañamiento: "Se siguen produciendo muy pocas conversaciones de tecnología", ha añadido Laura Cuesta. "Muchas veces cuando surge un problema, cuando hay una duda, cuando realmente sienten que necesitan acudir a un adulto de referencia, todavía siguen sin acudir a padres, madres y docentes", y optan por hablar con un igual o por guardarse el problema para ellos.



Laura Cuesta insiste en que "necesitan escucha activa de verdad. Que ellos sientan que genuinamente nos interesamos por sus problemas, no solamente marcamos límites, ponemos horarios, establecemos tiempos de pantalla, tiempos de no pantalla y espacios sin pantallas".



'MODO FAMILIA': LOS PADRES Y MADRES ANTE EL ACOMPAÑAMIENTO DIGITAL


En una segunda mesa redonda, la atención se ha trasladado a las familias. Aquí, Isabel Cuesta, fundadora de Educa en Positivo, ha recuperado una idea de que los padres también son nuevos usando tecnología, lo que muchas veces genera miedo ante lo que hacen sus hijos en internet o lo que quieren hacer porque ven a sus amigos usar tal juego o tal red social.



"Deberíamos recurrir a ese miedo como preocupación desde el amor", ha expuesto, señalando que el mayor reto que aparece es "equilibrar esas necesidades que tienen nuestros hijos en los entornos digitales con nuestra necesidad de protegerlos", lo que enlaza directamente con el tema del evento, el acompañamiento.



Para María Zabala, experta en educación digital, lo que ocurre es que "tenemos un grave problema de desinformación y de falta enorme de rigor [en los medios de comunicación], que hace que para las familias resulte absolutamente imposible no preocuparse".



"Como consecuencia, las familias consideramos que si no damos un móvil, no habrá problemas, o que si el adolescente no está en redes, no habrá problemas", pero "tan peligroso es que nuestros niños o niñas o adolescentes accedan demasiado pronto o demasiado solos al mundo digital, como considerar que si eliminamos de la ecuación el mundo digital, van a estar tan felices como nosotros necesitamos que estén", ha apostillado.



En línea con esto, Isabel Cuesta ha apuntado la necesidad del acompañamiento emocional, porque muchas veces se pone una pantalla en manos de los niños para que no lloren, sin enseñarles a gestionar la frustración, el miedo o la tristeza. "No es tanto la pantalla en sí, sino el uso que le estamos dando y la falta de recursos que muchos padres y madres tienen a la hora de abordar este acompañamiento emocional", ha apuntado.



Por último, María Zabala ha mencionado el concepto de desconexión moral, que enlaza directamente con la educación, que presenta lo digital como lo opuesto a lo físico. "No hay un algo analógico y un algo digital. [...]Lo que vemos en Internet es una prolongación de la sociedad, pero no hay una separación. Y si nos empeñamos en separarla, empezamos a encontrar graves problemas que afectan directamente a nuestros menores".



Esta separación puede dar lugar a que los niños crezcan pensando que solo lo que ocurre en el mundo físico es real y en él existen las consecuencias, pero no en el digital, con ejemplos que ya se han visto en los medios de comunicación: "El uso de la inteligencia artificial para desnudar a tus amigas y mandar las fotos porque crees que si es digital es menos real", recuerda la experta en educación digital.



Por ello, la conclusión que aporta es que "el acceso tiene que ser gradual, de acuerdo a la edad en cuanto a la elección de contenido, dispositivo o entorno digital, y la capacidad de libertad de decisión de nuestros hijos en ese mundo digital también debe ser progresiva".



LAS CUENTAS DE ADOLESCENTES


El evento también ha servido para recordar que Meta introdujo en 2024 las Cuentas de Adolescentes en Instagram, una experiencia restringida que también está disponible en Facebook y Messenger. Se trata de cuentas privadas por defecto, que se activan automáticamente y que incluyen protecciones integradas.



Estas cuentas limitan la comunicación a las personas que los menores siguen o con la que ya estén conectadas, muestran contenidos aptos para menores de 18 alineados con el estándar PG-13 y notifican del uso excesivo cuando se alcanzan los 60 minutos para que puedan salir de la aplicación.



También permiten a los padres modular ajustes como el tiempo de uso o supervisar con quién chatean sus hijos -sin acceder al contenido de los mensajes- o si han reportado a alguien.




europapress